“Tenía ganas de verte”

La festividad de la Virgen de Los Remedios levanta el ánimo a los sanabreses pese a que, de nuevo, la romería se tuvo que suspender

El obispo de Astorga, Jesús Fernández (en el centro de la imagen), sacerdotes y fieles cantan la Salve a la Virgen de los Remedios. | Araceli Saavedra

El obispo de Astorga, Jesús Fernández (en el centro de la imagen), sacerdotes y fieles cantan la Salve a la Virgen de los Remedios. | Araceli Saavedra / Araceli Saavedra

El obispo de la Diócesis de Astorga, Jesús Fernández González, transmitió el sentir de todos los sanabreses: “Tenía ganas de verte”, dirigido a la patrona de la comarca, después de un año duro. El prelado pronunció estas palabras al comienzo de su homilía en el día central de la virgen de Nuestra Señora de los Remedios.

Arriba a la izquierda, los devotos bailan al son de las gaitas tras salir del templo. Debajo, gentío en la explanada del santuario. Sobre estas líneas, a la derecha, el obispo Jesús Fernández González durante su homilía. | Araceli Saavedra

Arriba a la izquierda, los devotos bailan al son de las gaitas tras salir del templo. Debajo, gentío en la explanada del santuario. Sobre estas líneas, a la derecha, el obispo Jesús Fernández González durante su homilía. | Araceli Saavedra / Araceli Saavedra

Compartió con la asamblea congregada en el santuario de Otero de Sanabria “otra expresión que nos asusta pronunciar y escuchar: no hay remedio” ante las enfermedades y contrariedades de la vida. La palabra de Dios, reconformó monseñor, “nos quiere infundir esperanza y nos asegura que sí hay remedio” como en los pasajes de la Biblia y el ejemplo de María encontró remedio en las bodas de Caná. Al finalizar la misa Jesús Fernández cantó la Salve ante la patrona, a coro con todos los fieles. Finalizados los actos, las mujeres del coro lanzaron un “¡viva la Virgen de Los Remedios!” casi inaudible cuando el público ya se dirigía a rendir su particular rezo ante la Virgen.

“Tenía ganas de verte”

“Tenía ganas de verte” / Araceli Saavedra

La presencia por primera vez de la máxima autoridad religiosa de la diócesis, tras su toma de posesión, arropado por los sacerdotes de la comarca, eclipsó la nula asistencia de autoridades políticas, algo no visto nunca y no precisamente por limitación de aforo, sino encomendados a otros congresos.

“Tenía ganas de verte”

“Tenía ganas de verte” / Araceli Saavedra

Nula también la presencia de los vendedores y puestos ambulantes que antes de la pandemia daban actividad al recinto este primer fin de semana de octubre.

El Santuario de Otero de Sanabria quiso llenarse, con aforo limitado y medidas sanitarias, en este segundo año sin romería pero con igual devoción a la patrona de la comarca.

Los responsables de la Hermandad de Los Remedios constataron que desde primera y tempestiva hora, las ocho y media de la mañana, comenzaron a llegar los peregrinos de los Remedios para el rezo del Rosario de la Aurora. A lo largo de la mañana las cuatro misas programadas permitieron cumplir con la encomienda a la Virgen.

El camino a pie desde Puebla, Rosinos de la Requejada o El Puente de Sanabria, o en coche desde otras localidades más alejadas, fue escalonado y constante hasta la una de la tarde, hora fijada para la Misa Mayor. Los fieles y cofrades llenaron el templo con más animosidad en este segundo año de COVID. Animosidad que traslucía también en las ganas de tocar de un pequeño puñado de gaiteros y tamborileros de la comarca, acompañados de unos tímidos bailes. La pregunta al mediodía era “¿dónde comemos el pulpo?”. En casa o en restaurante.

Desde la Hermandad se espera que el próximo año se pueda permitir la presencia de vendedores ambulantes para recuperar la romería tras dos otoños en suspenso, pero con la devoción entera.