Cultura

La Torre del Valle amplía su pinacoteca bajo el cielo

Muralistas de varios puntos del país participan en la quinta edición de Arte contra el Olvido en la localidad y Paladinos

Dos caballistas observan el mural de Soen Bravo en Paladinos del Valle.

Dos caballistas observan el mural de Soen Bravo en Paladinos del Valle. / J. A. G.

J. A. G.

Decir que La Torre del Valle parece un museo, una galería de arte o una pinacoteca al aire libre, puede parecer tópico o pretencioso, pero ni es lo uno ni lo otro, ni la afirmación es inexacta. Tras cinco cosechas de Arte contra el Olvido las calles de la localidad se han convertido en un incitante dédalo pictórico en el que cada recoveco puede disparar a la cara del visitante una repentina y colorida sorpresa.

En los últimos cinco años, una treintena de muralistas venidos de los cuatro puntos del país han dejado su impronta en las fachadas de edificios públicos, de casas habitadas, de inmuebles con o sin ningún uso. Los últimos en firmar han sido Rage, Poch, Da2, Asier, Bellybuton, y Soen Bravo. Otros, también invitados, recalarán pronto en La Torre, según ha explicado la alcaldesa, Alicia Nefzi.

Este año Picasso ha sido la propuesta de referencia para los muralistas al cumplirse el 50 aniversario de su muerte. Poch ha ido al grano y ha reproducido el Guernica. Asier ha retratado al maestro malagueño junto a la leyenda Mata a tus ídolos en inglés, reivindicando así al artista frente al hombre e invitando a reflexionar sobre qué importa, la obra o la vida del artista.

El resto de muralistas, ha dejado trazos o detalles picassianos en sus trabajos, que traían ya previstos. Es el caso de Soen Bravo, que ha incluido pequeños iconos cerámicos de Picasso en su mural; y de Neskita y Senjuan (Bellybuton), que han añadido pinceladas cubistas al retrato de su sobrina.

Rage ha optado por rendir homenaje al escultor Rodrigo de la Torre, y Da2, que acabó su obra el sábado, optó por una joven con visera y gafas de sol que mira hacia lo alto desde una apretada tercera dimensión, como si estuviera dentro de una caja.

Han venido de León, Avilés, Valladolid, Madrid y Málaga, como es el caso de la pareja que integra Bellybuton. Han convivido estos días en una casa rural en Pobladura y compartido mesa y mantel. El Ayuntamiento ha puesto el material, el alojamiento y el sustento. Ellos el arte. Cuando se vayan esta noche (algunos mañana) sus obras serán y formarán ya parte del pueblo y lucirán su esplendor al raso. Un verdadero museo al aire libre. ¿O no?

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