Sucesos en Zamora

Caso Arancha | El pastor de La Hiniesta regresa de Topas "agradecido por el apoyo" de sus vecinos

El dueño de los cinco perros que mataron a la joven Arancha, vecina de Roales, está ya volcado en el cuidado del rebaño

Un guardia civil vigila el camino donde se produjo el ataque mortal.

Un guardia civil vigila el camino donde se produjo el ataque mortal. / María Jesús Cachazo

"Gracias, gracias por el apoyo". Veintiún días después de su reclusión Topas y tras obtener la libertad provisional de la Audiencia de Zamora, el pastor de La Hiniesta se dirigía así a sus convecinos sin palabras ante el respaldo que está recibiendo en "un momento de su vida muy difícil también para él" tras el ataque mortal de sus perros a la joven Arancha Corcero Girón, suceso brutal por el que está siendo investigado como autor de un homicidio por imprudencia.

El ganadero regresaba en la tarde del martes a su casa, tras revocar la Audiencia el auto que el juez que investiga la causa dictó para decretar su inmediato ingreso en prisión sin fianza y comunicada. Una decisión que el Tribunal provincial cree que no cumple con los requisitos legales para mantenerla en el tiempo, transcurridos ya tres meses y medio desde que tuvo lugar el suceso, el 23 de octubre de 2023, cuando ni siquiera la Guardia Civil o la jueza que inició y desarrolló el grueso de las diligencias se plantearon la detención del pastor en esos días primeros tras el fatídico ataque de los canes.

Mientras guarda absoluto silencio ante los medios de comunicación, el imputado por ese suceso, de iniciales P.G.R., lleva una vida absolutamente dedicada a sus más 400 ovejas, con la incondicional ayuda de su familia, que está a su lado desde el primer momento en que se produjeron los terribles hechos, afirman fuentes próximas al industrial.

Precisamente, lo primero que hizo la tarde del martes al volver a su domicilio, tras saludar a la familia, fue acudir al lugar en el que se encuentra su rebaño "para echar de comer a los animales", agregan fuentes consultadas por este periódico. El propietario de los tres mastines con cruce de raza carea y de dos carea apenas sale por el pueblo ni conversa con los vecinos, visiblemente afectado por la muerte de la joven enfermera de 27 años, vecina de la localidad de Roales del Pan, próximo a La Hiniesta y muy conocida en la zona por su talante amable, siempre dispuesta a ayudar y colaborar con su pueblo.

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