Club LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA: Las mujeres toman la palabra

"Mujeres y literatura: con letra propia" fue el título del foro del Club LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA que reunió a profesionales de todos los sectores que integran este mundo: autoras, editoras y libreras. Todas ellas, zamoranas, aportaron su visión personal sobre un sector que les aporta y les importa.

Pilar Río, quien ya ha participado en el foro del periódico en ediciones anteriores, incidió en no dejar perder valores eminentemente femeninos "como la creatividad, la empatía o la belleza", entendida esta última como aquello que se busca y llega a crear adicción, por los efectos beneficiosos que proporciona al cerebro.

Basándose en los principios de la neurociencia, recordó que sustancias como la dopamina, la serotonina y la oxitocina son los que aportan esa felicidad al cerebro, "y podemos ponerlas en marcha a través de acciones como el pensamiento, los recuerdos o la imaginación", especificó.

Una producción que se vuelve casi "mágica", aportando bienestar al cuerpo. "El recurso más potente que tenemos es el estimular el pensamiento", consideró.

Desde la experiencia

Otra autora que también ha visitado el Club LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA en anteriores ocasiones —para presentar alguno de sus libros— fue Yolanda Fidalgo, quien, a pesar de ser la escritora con mayor trayectoria de las invitadas, reconoció que sigue siendo complicado hacerse un hueco en el negocio de la literatura. "También depende mucho de los géneros. Si escribes novela romántica es más sencillo siendo mujer pero, por ejemplo, mi último trabajo es novela negra histórica y ahí la mayoría de hombres es aplastante", apuntó. "Se valora de otra manera, aunque sea de forma inconsciente, a los hombres que a las mujeres", añadió.

Un sesgo fantasma que a veces fomentan incluso las editoriales. "Sobre todo pasa con el tema de las portadas, cuando quieren captar a determinado público", advierte.

Fidalgo subrayó que a lo largo de la historia para las mujeres "siempre ha sido más complicado escribir y que su opinión se considerara válida, porque se le ha asignado el rol de los cuidados, sin poder disponer de esa habitación propia de la que hablaba Virginia Woolf para poder evadirse y escribir", sintiendo que "a estas alturas de la vida, tener que reivindicar nuestro lugar en la literatura es realmente triste".

La ilusión de la primera novela

Con la ilusión de haber cosechado éxito con su primera novela, "Y de repente, Asia", Judit Calvo, la más joven del grupo de ponentes, recordó lo mejor de haberse lanzado a publicar. "He sentido la acogida de la gente, aunque seas primeriza, sientes ese apoyo y los comentarios son muy alentadores", agradeció. Pero, con los pies en la tierra, admitió que algo muy diferente es "poder vivir de la literatura, sobre todo cuando se comienza. En mi caso, más que un beneficio económico, buscaba un bien social y personal", apuntó.

Aunque indicó que sentía que ahora no era su momento para aventurarse en una nueva novela, guarda las ideas para nuevas historias a buen recaudo, sin descartar volver a ponerse delante de la página en blanco. "Ojalá tuviera tiempo y ganas, las historias me sobran, solo hay que encontrar el tiempo adecuado para plasmarlas", explicó.

Tras el mostrador

Al frente desde hace cinco años de la librería Semuret, una de las más conocidas y reconocidas de la ciudad, Judit Pino aportó su visión de librera. "Nosotras nos centramos más en la calidad del libro que en su está escrito por un hombre o una mujer", reconoció, aunque destacó que "el panorama literario está enriquecido por la mujer en el sentido de que trata temas muy interesantes que antes no tenían su lugar, como pueda ser la maternidad", puso como ejemplo, agradeciendo que las mujeres ya han dejado de estar relegadas en el mundo literario.

Sobre la pasión lectora de los zamoranos, Pino destacó esta afición, avalada por las estadísticas. "Yo estoy muy contenta y, personalmente, es un triunfo que Semuret abra sus puertas cada día", sonrió.

Palabra de editora

La editorial zamorana Salto al Vacío, puesta en marcha por dos mujeres —Sylvaine de Tourdonnet y Clara Ponte— también estuvo presente para aportar esa otra pata de la ecuación literaria. "Se trata de un proyecto llevado a cabo por mujeres preocupadas por este sector y con un enfoque muy social, puesto que queríamos demostrar que no existía ese vacío cultural que algunos apuntan que existe en Zamora".

Y lo están demostrando, con la publicación ya de tres libros. "Sabíamos que era un riesgo, pero queríamos ponerlo en marcha para nuestro desarrollo personal y sobre todo, callar a los que pensaban que en la España Vaciada no había talento", sentenció.

Por último, otra escritora zamorana, Clara García Fraile, aportó su experiencia, primero como autora dentro de las artes escénicas durante varios años, sobre todo en el extranjero, y después con una de sus obras literarias "No es cuestión de encariñarse", publicada, precisamente, por la editorial Salto al Vacío. Ella confesó que no creía en el adjetivo de femenino en la literatura, "sino en el contenido de los libros", apuntando que en el suyo se recogen bastantes conversaciones entre mujeres y situaciones que sufren cada día, en diversos ámbitos. "Cada vez hay más autoras mujeres, que abordan diferentes estilos y temáticas, pero no veo que exista una literatura femenina como tal", consideró.