La minería en desuso vista por el arte contemporáneo

El creador Antonio Guerra exhibe doce piezas del proyecto "Elevar la tierra, desaparecer" en una galería en Madrid

El artista Antonio Guerra junto a una de las piezas exhibidas. | Cedida

El artista Antonio Guerra junto a una de las piezas exhibidas. | Cedida / Natalia Sánchez

Natalia Sánchez

Natalia Sánchez

Una docena de obras, entre escultura, instalación y fotografía, pertenecientes a su último trabajo de investigación, conforman la exposición individual "Elevar la tierra, desaparecer" que exhibe el artista Antonio Guerra Casquero en la galería de arte A Ciegas de Madrid.

En la muestra el zamorano comparte parte de su proyecto donde examina, a través de diferentes entornos mineros en fase de reconversión, la interacción entre procesos postextracción y producción de imágenes, poniendo de relieve las materialidades, las capas y las transformaciones presentes en los enclaves.

A partir de un cuerpo de trabajo híbrido que transita entre la fotografía, la escultura y la instalación "Elevar la tierra, desaparecer" establece conexiones entre los procesos de transformación derivados de la industria minera y los de producción de las imágenes.

El artista contemporáneo ha fijado su atención en tres enclaves mineros muy concretos, en la gran corta de Fabero, en León, que llegó a ser el mayor lugar de extracción de carbón a cielo abierto de Europa; en las minas de Riotinto, en Huelva, centradas especialmente en el cobre y en el hierro, así como las minas de El Sabinar, en Alicante, un lugar significativo en el caso del ocre.

En sus obras, el creador pone sobre la mesa "la imposibilidad de aprehender la complejidad de la crisis multifactorial que subyace a la emergencia ecológica, y nos invita a pensar la imagen desde otros lugares, como el de entender la idea de paisaje como construcción ideológica o el de la exploración en torno a los nuevos usos del suelo" explican desde la sala.

Algunos de los territorios analizados están inmersos en reconversión con lo que Guerra Casquero reflexionar sobre el presente y dibujar otros escenarios de futuro. Además, establece una analogía entre los estratos geológicos como resultado del paso del tiempo y los estratos humanos, sociales y medioambientales que se imbrican.

Una de las piezas del zamorano

Una de las piezas del zamorano / A Ciegas

En el trabajo de Guerra el desecho cobra un protagonismo al trasladar algunos de los despojos de esos entornos extractivos a la materialización de las propias obras. La misma motivación le lleva a emplear de los propios elementos de creación de imágenes para la configuración de las piezas, produciendo asociaciones improbables, como tintas de plóter en diálogo con residuos líquidos, tecnología con fósiles o residuos de impresión con restos encontrados en las propias minas.

El zamorano bucea en "la materialidad del paisaje y la transitoriedad de las imágenes de manera elástica, donde a la memoria se le une un sentimiento de superación, enfatizado por la sublimación de la imagen de las vastas intervenciones antrópicas" explican.

Trayectoria

Su trabajo ha sido expuesto en instituciones como Robert Capa Center de Budapest, en el Centro Niemeyer de Asturias, en el DA2 de Salamanca, en Festival PhotoEspaña de Madrid, Breda Photo Holanda, Círculo de Bellas Artes de Madrid, CA2M Móstoles, la Bienal de Artistas del Mediterráneo en Italia y Grecia, entre otros espacios.

Sus proyectos ha recibido premios y becas de instituciones como Fundación Joan Miró Mallorca, Musac de León o la Casa de Velázquez y su obra está presente en colecciones públicas, como Musac, CA2M Móstoles, Fundación Enaire, DA2 Salamanca o Universidad de Cádiz.

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