El 60% de autónomos zamoranos se beneficiarán del nuevo IVA franquiciado

Este régimen voluntario simplificará las tareas administrativas a aquellos empresarios que facturen menos de 85.000 euros anuales

Un trabajador autónomo, en su despacho.

Un trabajador autónomo, en su despacho. / LOZ

Los autónomos zamoranos que facturen menos de 85.000 euros al año podrán dejar de declarar el IVA trimestral. Una reducción de trámites que será efectiva a partir del año 2025 cuando entre en vigor la normativa de la Unión Europea en la que ya trabaja la Agencia Tributaria.

La implantación de este nuevo régimen de franquicia afectará al 60% de los empresarios de la provincia que podrán optar por simplificar el papeleo evitando la obligación de incluir el IVA en las facturas emitidas y de presentar las correspondientes declaraciones trimestrales.

Una medida valorada de manera muy positiva por las asociaciones, aunque, como punto negativo, lamentan el retraso de su aplicación en comparación con otros países europeos donde ya está operativa. "En España vamos a la cola en implantarlo respecto a otros países de la Unión Europea", señala Leticia Mingueza, presidenta de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) de Castilla y León.

Régimen voluntario

El régimen que será voluntario, "en función de lo que más interese al autónomo", añade Mingueza, conseguirá satisfacer la demanda que desde las organizaciones llevan años planteando al Gobierno.

"Supone menos trabas y cargas administrativas, siendo muy beneficioso, sobre todo, para aquellos que tienen pocos gastos que deducir", declara.

Eduardo Abad, presidente de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA), coincide en las ventajas de este nuevo sistema que permitirá que "muchos autónomos de Zamora puedan simplificar hasta los límites insospechados lo que es la administración de su negocio".

En concreto, serán en torno al 60% de los emprendedores de la provincia los que puedan acogerse al nuevo IVA franquiciado por contar con facturaciones inferiores a 85.000 euros al año.

"Desde el punto de vista administrativo simplifica mucho el trabajo, sobre todo, para aquellos autónomos que tienen una facturación baja o moderada", explica Abad.

Estos pequeños o medianos empresarios deberán, no obstante, detallar en la declaración del IRPF, al finalizar el ejercicio, sus cuentas para poder seguir deduciéndose los gastos de su negocio.

El PP permitirá a los autónomos aplazar "automáticamente" tres cuotas.

Una joven autónoma trabaja desde casa. / LOZ

Un nuevo sistema de cotización en función de los ingresos reales que simplificará la llevanza administrativa de la actividad.

Larga demanda

"Esto es algo que veníamos reclamando desde hace mucho tiempo y es la antesala de la desaparición del régimen de módulos que ya no tendrá sentido", dice el representante nacional del sector.

El sistema de módulos se basa en la liquidación de impuestos que permite a los autónomos que desarrollan cierto tipo de actividades pagar a Hacienda en función de los beneficios estimados.

"Es un sistema muy perverso porque si vendes mucho, siempre pagas lo mismo y si vendes poco, siempre pagas lo mismo. Cuando las ventas están bien y acorde a los ingresos es una ventaja, pero cuando un autónomo tiene un trimestre malo o el sector se resiente en algún periodo de tiempo, es una injusticia total porque penaliza siempre al que menos factura y beneficia al que está mejor", destaca el presidente nacional de UPTA.

Por ello, desde las asociaciones de empresarios reclaman el cambio para que "aquellos que están en peor situación, puedan conseguir mejorar su coyuntura económica".

Respecto a la posible desaparición del régimen de módulos que afecta a casi medio millón de autónomos en España, tras la entrada en vigor del IVA franquiciado, Abad pide tranquilidad: "que nadie se preocupe porque es un sistema que va a desaparecer de forma gradual y paulatina en el tiempo, no va a ser de la noche a la mañana".

Detallar las condiciones

Enero de 2025 es la fecha tope en la que la Unión Europea obliga a la transposición de la Directiva 2020/285. A partir de su publicación, los autónomos podrán decidir voluntariamente si se acojan o no al régimen de franquicia del IVA. El límite de facturación se ha establecido en 85.000 euros anuales por lo que si no superan esa cifra, no tendrán que realizar la liquidación trimestral del IVA, ni tampoco la anual. Esto supone que no será requisito que emitan facturas con IVA. No obstante, acogerse al nuevo sistema también implica que el autónomo no podrá superar en más de un 10% el volumen de negocio, ya que dejaría de aplicarse dicho régimen desde ese momento. Una cantidad que podría verse modificada por el Gobierno ya que Europa se plantea permitir que cada estado establezca un límite máximo de hasta el 25%.

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