Zamora multiplica por siete el número de cuidadores no profesionales desde 2018

La decisión del Gobierno de abonar la cotización social para personas que se hacen cargo de familiares dependientes dispara las altas

Una mujer atiende un hogar de una persona mayor.

Una mujer atiende un hogar de una persona mayor. / E. F.

El número de cuidadores no profesionales dados de alta en la provincia de Zamora ha crecido de manera exponencial en los últimos cinco años. Si en 2018, eran tan solo 61 personas las que se habían suscrito a este convenio, en el año 2023 se elevan a 471, siete veces más. ¿Qué ha ocurrido en estos años para generar este importante aumento?

Para conocer el motivo, es necesario retroceder hasta el año 2019 que es cuando el Gobierno central asumió la aportación a la Seguridad Social puesto que la figura de cuidador no profesional ya existía previamente en torno a la Ley de Dependencia. No obstante, es a partir del mes de abril de 2018 cuando el Ministerio de Trabajo anuncia un importante cambio para todas estas personas, ya que pueden seguir cotizando a la Seguridad Social. Desde ese momento, los cuidadores no profesionales de beneficiarios de la Ley de Dependencia podían suscribirse a un convenio especial sin tener que aportar ellos las cotizaciones, como ocurría desde el año 2013.

Ese es el objetivo del convenio: que todas estas personas que dedica su tiempo a cuidar de un familiar dependiente y que, en algunos de los casos, han tenido que abandonar sus puestos de trabajo, sigan cotizando y tengan acceso a prestaciones. Salario no tienen, pero a raíz de esta normativa pueden continuar sumando para su futura jubilación.

La medida entraría en vigor enmarcada dentro de un paquete de normas encaminadas a garantizar la igualdad de trato y de oportunidades entre hombres y mujeres en el empleo, teniendo en cuenta que esta dedicación la realizan principalmente mujeres. Madres, hijas o hermanas que paralizan su vida para dedicarse al cuidado de su familiar.

No obstante, aunque la cifra se ha elevado sustancialmente aún no refleja la verdadera realidad, ya que apenas un tercio de los cuidadores no profesionales de familiares dependientes están suscritos a este convenio especial dirigido a su colectivo, quizás, muchos por desconocimiento de esta medida.

Espacios de formación, apoyo y respiro para esta figura

La renovación del convenio supuso un importante avance para el colectivo de cuidadores no profesionales, aunque desde los sindicatos piden mayores mejoras. Entre ellas, Comisiones Obreras reclama que desde las instituciones "se arbitren espacios de formación, apoyo y respiro de las personas cuidadoras".

También la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) señala que es necesario "valorar y revalorizar socialmente la situación se las personas cuidadoras", destacando que en España el 80% de los cuidadores no son profesionales. Un amplio porcentaje que se prevé que crezca ante el cambio demográfico, y más en provincias tan envejecidas como la de Zamora, donde se permite que esta labor también la puedan levar a cabo personas que no sean familiares.

Según la normativa, el requisito es tener una relación familiar con la persona dependiente hasta el tercer grado de parentesco. Sin embargo, hay excepciones por las que puede designarse como cuidador a una persona sin ningún vínculo de parentesco. Sería el caso de dependientes que habitan en zonas con escasos recursos públicos u tras condiciones que obstaculicen que el cuidador no profesional sea un familiar.

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