El obispo de Zamora concede indulgencia a los Cubicularios que acudan al Capítulo
Es la primera vez en España que la medida se adopta con el acto de una cofradía y servirá para cerrar heridas tras el conflicto interno
El obispo de Zamora, Fernando Valera, ha concedido la indulgencia parcial a los cofrades de la Real , Muy Antigua e Ilustre Cofradía de los Caballeros Cubicularios de San Ildefonso y San Atilanocon ocasión del capítulo anual se celebra el próximo sábado 25 de noviembre en su templo sede del Casco Antiguo.
Según explicaron fuentes próximas al proceso es la primera vez que en España se concede la indulgencia a un acto de una cofradía, ya que lo habitual es que se reserve para santuarios de especial relevancia, para los fieles que acudan a ellos.
La solicitud de la Comisión Gestora de los Caballeros Cubicularios se hace "sabedores de la trascendencia (del Capítulo anual) y de que entre los fines" de la hermandad "figura el fomento de una vida cristiana más perfecta entre sus miembros, mediante la formación en la fe y el ejercicio de la piedad".
"Lucrar la indulgencia"
El obispo decreta "lucrar la indulgencia parcial por motivo de la celebración del Capítulo anual de la Cofradía de los Caballeros Cubicularios de San Ildefonso y San Atilano al fiel perteneciente a la referida cofradía que, al menos con corazón contrito, lleve a cabo una obra enriquecida con indulgencia parcial. Dicha indulgencia se podrá lucrar en la celebración de la Eucaristía que se celebre durante dicho encuentro si, al menos con el corazón contrito, el cofrade eleva sus oraciones a Dios Espíritu Santo para que impulse la tarea evangelizadora de la Iglesia diocesana, en particular la vocacional y caritativa, y para que fortalezca el anuncio del Evangelio con su vida".
En el decreto Fernando Valera propone como "obras especiales para obtener indulgencia parcial a los fieles cofrades que imposibilitados de asistir por enfermedad, las siguientes: ofrecimiento de la jornada al Señor, desde su situación personal, en reparación de los pecados, por los misioneros, por los necesitados, por la paz del mundo, por los enfermos y sin trabajo". También "la entrega de limosnas a favor de la evangelización de la caridad, de forma directa a personas necesitadas o a través de Cáritas y a favor del culto al Señor". O bien "el rezo del Santo Rosario, del Ángelus, del Credo y la Salve".
La indulgencia "se podrá lucrar anualmente, mientras no se disponga lo contrario".
Cierre definitivo
Según fuentes conocedoras del proceso, la indulgencia y el Capítulo del próximo sábado pretenden convertirse en el cierre definitivo de la crisis en la que se ha visto envuelta la cofradía con el cambio de presidente por una Gestora, por decisión del obispo, y el ruido que ello generó en las filas de la hermandad. "Queremos resetear", hacer borrón y cuenta nueva, para que vuelva a unión a la cofradía, se cierren heridas y se pueda iniciar una nueva etapa. Sería una especie de "renovación espiritual" después de la "enconada disputa" vivida en el seno de la cofradía, indicaron fuentes conocedoras de la gestación del decreto.
En la consideración anterior a la parte dispositiva del decreto el obispo indica que "la indulgencia es la remisión ante Dios de la pena temporal por los pecados, ya perdonados en cuanto a culpa, que un fiel dispuesto y cumpliendo determinadas condiciones consigue por mediación de la Iglesia, la cual, como administradora de la redención, distribuye y aplica con autoridad el tesoro de las satisfacciones de Cristo y los Santos, de modo que se le concede por obra de la Iglesia una remisión tal de la pena temporal la cual ya recibe por su acción".
Los requisitos
Para lucrar la indulgencia se deben cumplir unos requisitos. "Se concede indulgencia parcial al fiel cristiano que, en el cumplimiento de sus obligaciones y en el sufrimiento de las dificultades de la vida eleva su alma a Dios con humilde confianza añadiendo, aunque solo sea mentalmente, alguna piadosa invocación. También al fiel cristiano que, movido por el espíritu de fe, se entregue a sí mismo o sus bienes, a través de obras de misericordia, espirituales o corporales, al servicio de los hermanos necesitados. O al que con espíritu de penitenciase priva voluntariamente de alguna cosa lícita o agradable".
Comisión gestora
La Cofradía de los Caballeros Cubicularios continúa regida por una Comisión Gestora que se encargó de elaborar unos nuevos estatutos y está llevando a cabo otras acciones de organización de la hermandad hasta que se celebren elecciones que devuelvan la normalidad institucional a la entidad.
Con origen en el siglo XIII está considerada como una de las corporaciones más antiguas de Europa y nació con el fin de proteger a los restos santos de San Ildefonso y San Atilano, reclamado el primero como arzobispo de Toledo. El cuerpo santo acabó en Zamora para protegerlo de los árabes, si bien pasado el tiempo se olvidó hasta que volvió a aparecer durante unas obras.
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