La extinción de las cabinas: las 30 que quedan en Zamora desaparecerán a partir de noviembre

El Ayuntamiento de Zamora no contempla su permanencia en las calles ni reconvertirlas para otros usos como proponen otras formaciones

Una de las cabinas de teléfono que aún se puede encontrar en Zamora

Una de las cabinas de teléfono que aún se puede encontrar en Zamora / L. O. Z

En torno a una treintena de cabinas de teléfono perviven en la ciudad de Zamora. Infraestructuras que, en plena era digital, pasan desapercibidas para muchos de los ciudadanos a excepción de niños y niñas a los que llama la atención este soporte. Símbolos de otra época en los que su uso era de gran importancia ya que, durante años fue la única opción para comunicarse en la vía pública. El boom de los teléfonos móviles hace que ya no tengan ninguna utilidad convirtiéndose en blanco de los vándalos.

Si preguntáramos a los zamoranos y zamoranas cuántos de ellos han usado una cabina telefónica, más de la mitad responderían que nunca y es que, según un estudio de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia de España, el 88% de la población española afirmaba en 2020 que "jamás habían utilizado una cabina telefónica". Incluso, si interrogásemos a los más pequeños muchos desconocerían hasta lo que son.

Historia de las cabinas

Este elemento, caracterizado por disponer de un teléfono público, fue construido con el fin de que las personas que las utilizaran se protegieran de las inclemencias meteorológicas pero también para respetar su privacidad. En España, su aparición data del año 1928 cuando se instaló la primera en el Retiro de Madrid. Entonces, era necesario una operadora por lo que su concepto era distinto al que se desplegó años más tarde.

Sería en 1963 cuando las vías públicas comenzarían a verse salpicadas por las primeras cabinas, tal y como las conocemos. Estas primeras cabinas servirían solamente para realizar llamadas urbanas y funcionaban mediante fichas.

Durante décadas, este medio de comunicación fue trascendental para poder llamar desde la calle y un elemento vital en muchos pueblos donde la mayoría de personas no disponían de teléfono propio.

No obstante, el desarrollo de la tecnología y la expansión de la telefonía móvil fueron el principio del fin de las cabinas. Según datos de Telefónica, a finales del año 2020 quedaban en España 14.824 cabinas que registraban de media una llamada a la semana. En la provincia de Zamora, pervivían entonces 59 cabinas.

Una de las cabinas que aún se pueden encontrar en Zamora. | L.O.Z

Imagen de una cabina totalmente vandalizada / L.O.Z

Desmantelamiento

Ante su decreciente uso, Telefónica anunciaba el pasado año que comenzaría el desmantelamiento de las cabinas. Una retirada que en la ciudad de Zamora se espera que culmine a partir de noviembre, como señala el concejal de Infraestructuras Urbanas, Pablo Novo. De este modo, las casi treinta cabinas con las que los ciudadanos pueden cruzarse diariamente desaparecerán de su vista.

El consistorio zamorano no se plantean mantenerlas para darles otros usos como ha propuesto la formación política UPL que sugiere que, al menos las situadas en el casco antiguo de Zamora se empleen como pequeñas oficinas de turismo incorporando pantallas táctiles interactivas que proporcionen a los turistas información relativa a los monumentos que visitar, un callejero para orientarse o una guía de establecimientos.

"La intención del Ayuntamiento de Zamora es almacenar tres o cuatro por si en algún momento se pueden aprovechar de alguna forma y darle un empleo distinto al que fue concebido en sus orígenes", explica Novo.

Un mantenimiento que no contempla que se queden en la vía pública ya que el concejal zamorano recuerda que son propiedad de Telefónica y muchas, además, suponen un "peligro para los viandantes por el estado en el que se encuentran".

Patrimonio histórico

Aunque cada vez es más difícil toparse con una cabina, y ya imposible que funcionen, en los pueblos de la provincia también resiste alguna que otra. Como ejemplo, la que se ha convertido en una de las cabinas más famosas de España: la de Fermoselle.

Un icono de épocas pasadas que la asociación de mujeres de la localidad ha decorado con ganchillo. Una original iniciativa que ha logrado que esta cabina se vaya a conservar incorporándola al "patrimonio histórico" del municipio zamorano al pasar la titularidad del mueble al Ayuntamiento de Fermoselle.

Un símbolo que, ante la extinción de las cabinas, se ha convertido en otro punto turístico más para los visitantes.

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