El Banco de Alimentos de Zamora, preparado contra una posible crisis de suministro

La leche y el aceite, fuera de la lista de productos del último reparto del FEAD al quedar desierta la licitación entre las empresas proveedoras

El aceite, uno de los productos que no entran en la lista de alimentos básicos financiados por el FEAD. |  José Luis Fernández

El aceite, uno de los productos que no entran en la lista de alimentos básicos financiados por el FEAD. | José Luis Fernández / Leticia Galende

La despoblación de la provincia coloca al Banco de Alimentos en una situación de ventaja respecto de otras en las que esta organización afronta dificultades para atender a la población más vulnerable. Zamora, por contra, dispone de reservas suficientes, a pesar de que sus recursos se han visto disminuidos por el recorte en aceite y leche en el último reparto del Programa de Ayuda Europea para Personas más Desfavorecidas (FEAD).

Un voluntario del Banco de Alimentos de Zamora coloca los productos donados. | José Luis Fernández

Un voluntario del Banco de Alimentos de Zamora coloca los productos donados. | José Luis Fernández / Leticia Galende

Alrededor de 3.200 personas reciben en Zamora la ayuda del Banco de Alimentos que se distribuye a través de organizaciones, asociaciones, residencias o parroquias y que, al contrario de lo que está pasando en otras provincias, por el momento, no está viendo mermadas sus existencias. "En Zamora no hay escasez de alimentos", señala Andrés Rincón, presidente del Banco de Alimentos.

El FEAD acaba de distribuir los productos de la segunda fase que ascienden a 64.705 kilos en la provincia. Alimentos que se consideran básicos como garbanzos, arroz, pasta o pescados en conserva pero entre los que no se encuentran ni aceite ni leche.

"Estamos repartiendo los alimentos que han llegado del Ministerio con la colaboración de Europa pero no ha llegado ni leche ni aceite", explica Rincón. Una falta de dos productos esenciales en la cesta de la compra debido a que la licitación quedó desierta al no concurrir ninguna empresa productora.

No obstante, la leche es un producto que no falta en las estanterías del Banco de Alimentos zamorano. "La leche la compramos nosotros y siempre tenemos", añade. Algo que ocurre también con el aceite que es adquirido por el propio banco para poder responder a la demanda de los más vulnerables.

"Estamos atendiendo más o menos a las mismas personas que el año pasado. No hay escasez de alimentos ahora mismo". Una carestía que sí están teniendo los bancos más grandes, tal y como confirma Rincón; "tienen muchas más personas que nosotros".

La falta de población se convierte en este caso en una ‘ventaja’ para que la entidad pueda seguir prestando sus servicios con normalidad. "Hay una horquilla entre 100 o 150 personas arriba y abajo. Con la guerra de Ucrania llegaron familias que necesitaron nuestra ayuda pero tampoco ha variado mucho. No es como en otras ciudades grandes en las que sí se ha notado mucho".

Un número de personas en situación de especial vulnerabilidad que oscila entre 3.000 y 3.200 en la provincia y que no se prevé que aumenten en los próximos meses ante el confito bélico entre Israel y Hamás. "Cuando la Guerra de Ucrania pensamos que sería un colapso de personas las que vendrían a Zamora y aquí vinieron menos, se fueron la mayoría a ciudades grandes. Con la Guerra de Israel y Hamás no sabemos qué pasará pero, eso sí, a los que vengan les intentaremos ayudar", señala.

Unas previsiones ante las que el presidente de la entidad quiere mostrarse positivo a pesar de un escenario poco halagüeño en el que la inflación no remite. "Lo afrontaremos cómo mejor podamos pero siempre ayudando. No vamos a tener problemas si son más. Haremos más esfuerzos e intentaremos salir más a la calle y pedir a los ciudadanos que se involucren en mayor medida, aunque sabemos que la situación no es fácil para nadie".

La Gran Recogida, a finales de noviembre

Afortunadamente, el banco "tiene reservas" y se puede seguir "tirando hacia adelante". Reservas que no merman gracias a la solidaridad de empresas y personas anónimas. Un apoyo que se volverá a hacer factible en la celebración de la Gran Recogida.

"Las personas están muy concienciadas con el Banco de Alimentos y colaboran dando su apoyo moral, económico y también a través del voluntariado", declara.

Un voluntariado imprescindible en la que es la campaña solidaria más importante para la entidad y que se celebrará los días 24, 25 y 26 de noviembre sin que se vaya a solicitar algún producto en especial. "La política del Banco de Alimentos de Zamora es no decir a las personas lo que tienen que donar. Necesitamos muchas cosas pero tampoco podemos pedir, por ejemplo; aceite porque con el precio que tiene, a muchos hogares ya les cuesta poder adquirirlo. Cualquier alimento que se done, siempre es bienvenido".

Nuevo sistema de vales

En el año 2024 será el Ministerio de Trabajo y Economía Social y el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 los encargados de gestionar esta ayuda en España. Algo que conllevará nuevas actuaciones como la puesta en marcha de un sistema de vales o una tarjeta monedero. El FEAD dejará de entregar productos en especies para incorporar este sistema sobre el que el presidente del Banco de Alimentos de Zamora se muestra en contra.

"No estamos de acuerdo. Como dice nuestro nombre, somos un banco de repartir alimentos no de repartir tarjetas". Un sistema sobre el que además hay muchas dudas. "Creemos que será una tarjeta en la que te tendrán que decir a qué supermercado ir y allí gastar el importe sólo en alimentos". Esto, en palabras de Rincón, requeriría "un seguimiento exhaustivo" para evitar la posible picaresca.

Suscríbete para seguir leyendo