León Felipe, el grito revolucionario

Un nuevo acercamiento a la figura poeta León Felipe, al hombre activo políticamente y coherente que denunció todas las injusticias sociales que veía y defendió a los más desfavorecidos, realizan los estudiosos Carlos Coca y Jordi Maíz en la publicación "Un verso en la trinchera. El grito revolucionario de León Felipe".

El volumen se aleja de una biografía al uso para optar por dar a conocer al personaje a través de aquellas personas y colectivos que marcaron, de alguna manera, su desarrollo vital.

"El zamorano Jacinto Toryho propuso a León Felipe que escribiera “La Insignia”"

"León Felipe no es el protagonista en muchas ocasiones, sino que su presencia" supone "la excusa para narra una serie de hechos históricos", según explica el investigador Carlos Coca.

El texto parte de la vida de León Felipe para profundizar en autores de la generación del 27, como Pablo Neruda, o bien en autores de otras nacionalidades como Silvia Mistral, "unas figuras históricas muy importantes del siglo XX de diferentes culturas y con quienes mantuvo lazos de amistad, aprendió de ellos y además influyó vitalmente en ellos", enumera el investigador zamorano.

En el libro también tienen cabida Jacinto Toryho, otro zamorano, con quien León Felipe trabó una intensa amistad sin olvidar a Berta Gamboa, "una grandísima escritora que fue su compañera de vida", rememora el estudioso.

En "Un verso en la trinchera. El grito revolucionario de León Felipe" también figuran los colectivos con los que el poeta tabarés estuvo estrechamente vinculado, como en la etapa en la que residió en la Barcelona revolucionaria, el colectivo de los judíos o con escritores norteamericanos, con los que tuvo "una gran amistad".

En el volumen, de 180 páginas de extensión planteado con capítulos no excesivamente extensos que pueden leerse de manera independiente, tiene cabida hasta Alejandro Finisterre, un español que llevó a cabo en México una labor de edición de autores exiliados españoles, que falleció en Zamora y es conocido por muchos por ser el albacea testamentario del poeta.

En la publicación los autores prestan atención a "esa intrahistoria que quizá en estudios académicos de ámbito filológico o literario pasan más desapercibidos", apunta Coca quien califica como "fascinante" la experiencia del poeta nacido en Tábara en la Barcelona que gestionaron los anarquistas entre 1936 y 1937.

Y es que el escritor al llegar a la Ciudad Condal, menciona Carlos Coca, conoció a Jacinto Toryho y posteriormente a autores antifascistas o militantes obreros que le "descubrieron una Barcelona revolucionaria, con sus errores y sus aciertos, que le cautivó y le movió a escribir "La Insignia" y a simpatizar con las ideas libertarias que le acompañarían el resto de su vida, como su defensa de las causas perdidas", cabe recordar que el poeta fue el primer escritor que denunció el holocausto judío.

Gestación del volumen

El libro comenzó a fraguarse porque tanto Jordi Maíz, profesor historiado y editor que ha profundizado en las minorías históricas y la violencia que se ha ejercido sobre ellas, como el zamorano Carlos Coca, profesor de Lengua Castellana y Literatura que ha estudio la literatura, la pedagogía y la historia social, han colaborado en distintos grupos de trabajo.

Maíz, además, le propuso al zamorano materializar sus investigaciones en un título, cuya escritura ha tenido lugar a lo largo del último invierno.

Poeta universal

León Felipe fue un hombre consecuente consigo mismo, un zamorano muy universal, un grandísimo escritor y "un referente junto a todos sus compañeros que tenían una visión de la vida muy distinta a la de ahora, donde se denunciaban las injusticas y donde soñaban con cambiar todo. Eran poetas vinculados a una transformación social con unas ideas claras de denuncia de las injusticias que había que eliminar para hacer un mundo mejor", esgrime el investigador Carlos Coca.

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