OBITUARIO

Muere Ricardo Flecha a los 64 años

El artista deja una impronta indeleble en la provincia de Zamora, especialmente en la capital, con una obra muy ligada a la religiosidad

RICARDO FLECHA EN LA ESCUELA DE ARTE

RICARDO FLECHA EN LA ESCUELA DE ARTE / Emilio Fraile

El artista zamorano Ricardo Flecha ha fallecido hoy en Zamora a la edad de 64 años a causa de una grave enfermedad que padecía desde hace años. Flecha deja en la ciudad y en la provincia una huella ya imborrable, pues suyas son algunas de las obras más representativas de la Semana Santa. Deja también un buen puñado de esculturas en distintos puntos de la provincia.

Comenzó su actividad como aprendiz en taller del también zamorano Ramón Abrantes. Estudió en la Universidad de Salamanca, donde se licenció en Bellas Artes con la especialidad de Escultura. Hasta su muerte ha ejercido como profesor de talla en madera en la Escuela de Artes y Oficios de Zamora. Fallece ocupando el cargo de director en la Escuela de Arte y Superior de Diseño de Zamora, donde era muy querido por sus alumnos.

La capilla ardiente está instalada en el <strong>tanatorio crematorio Ciudad de Zamora</strong>, situado en la avenida Cardenal Cisneros, en el entorno del Centro Comercial Valderaduey. La misa funeral tendrá lugar este jueves 5 de octubre a las 18.30 horas en la iglesia San Vicente.

La mayor impronta de Flecha radica en la capital, a la que lega buena parte de su obra religiosa. Suyo es el “Barandales” ubicado en la plaza de Santa María de Zamora desde el año 1994. También la estatua de San Alfonso Rodríguez de Zamora, ahora en la plaza del Seminario y antes en el parte de San Alfonso Rodríguez. Su obra se ha expandido también por varios puntos de la provincia. En Benavente queda el monumento al VI Centenario de la Fundación del Condado de Benavente en los Jardines de la Mota. En Ribadelago, la obra “Tragedia de Ribadelago” y en Bercianos de Aliste, “Cofrade Penitente”. Suyo es también el monumento al emigrante de Fermoselle.

Mención especial merece su dedicación a la Semana Santa de Zamora. Fiel devoto de María, Flecha era un hombre de fuertes convicciones religiosas. Autor del cartel de Semana Santa de 2022, la primera tras la pandemia. Previamente, en el año 2015, había pregonado la Pasión en la capital. Suyo es el Cristo de la cruz guía y actual Calvario del Cristo del Amparo de las Capas, suyas son varias aportaciones a la hermanad del Espíritu Santo y suyo uno de los crucificados que desfilan con la Buena Muerte o de las Siete Palabras. En el Santo Entierro, además del paso de San Juan y la Virgen, del que tuvo que hacer varias versiones, efectuó elementos que han desfilado en el traslado del Cristo Muerto desde la Catedral hasta Santa María la Nueva, antes del Viernes Santo. Era asesor artístico de la Cofradía de Jesús Nazareno, entre otras. Defendió durante sus últimos años la implantación de estudios de arte ligados con la Semana Santa para generar en Zamora una industria paralela a la Pasión.

Pero su huella en la Semana Santa va mucho más allá. De sus manos salió la mesa procesional de Longinos y de La Piedad, del Santo Entierro. En otras ciudades también disfrutarán de su legado religioso. En Toro, suyo es el Jesús del Perdón de la Cofradía de Jesús Nazareno y Ánimas de la Campanilla. Deja varias imágenes en Valladolid y en León. Mención especial merece el Cristo en manos de la muerte de Medina del Campo, donde apostó por un cristo desnudo que causó gran polémica. Llamativo también uno de los últimos crucificados incorporados por el Vía Crucis en Zamora, con los pies clavados a ambos lados del madero, pues así era como ejecutaban los romanos a los presos.

Presidente también de la Cofradía de la Virgen de la Concha, tuvo que enfrentarse a la gestión del colectivo durante los años de pandemia. Pese a su enfermedad acudió a los actos de la cofradía con puntualidad. Participó en la última romería, donde acudió a varios puntos y participó en la misa de la Hiniesta. Formó parte del grupo de hermanos que participó en la elección de su sucesora. Una de sus últimas apariciones públicas fue precisamente en el Corpus de Zamora, acompañando a su Virgen de la Concha.

Protagonista de exposiciones individuales y participante en muestras colectivas, la obra de Flecha no deja indiferente a quien la presencia. Su última muestra fue precisamente un recorrido a su obra religiosa y estuvo abierta hace solo unas semanas en el Palacio de la Encarnación de Zamora. Ahí se pudo ver su capacidad para experimentar con distintos materiales, su apuesta por salirse de los cánones y su brillantez en la resolución cuando ejecutaba sus trabajos. La muestra estuvo impulsada por la Asociación para la Promoción y el Estudio de la Capa Alistana, de la que fue presidente durante varios años. No en vano confesaba tiempo atrás en una entrevista publicada por este medio que se identificaba con la capa de Berciano “por ese halo de autenticidad que tiene”