La Zamora sin farmacia pierde vecinos casi al doble de velocidad que el resto

Los municipios sin servicio boticario cayeron un 18,1% en apenas diez años, un desplome ocho puntos superior al de las demás localidades

Señal de farmacia en la N-122 a su paso por Fonfría. | Ana Burrieza |

Señal de farmacia en la N-122 a su paso por Fonfría. | Ana Burrieza | / L. O. Z.

Los municipios que mantienen la farmacia abierta se defienden mejor de la despoblación. El dato general ya se reprodujo en el Senado durante la presentación del informe "La aportación de valor del modelo de farmacia a la cohesión territorial y al reto demográfico", un documento que vio la luz en enero y que incluía cifras correspondientes a la horquilla 2008-2021. En esa línea, si se tiene en cuenta el último decenio, con la estadística del censo en la mano, se puede concluir que, en Zamora, esa regla se cumple con creces.

Un profesional vende productos de farmacia en su establecimiento. |

Un profesional vende productos de farmacia en su establecimiento. | / Manuel Herrera

Entre 2011 y 2021, los municipios de Zamora con farmacia perdieron algo más de un 10% de su capital humano. El dato no es precisamente bueno, pero sí destaca en positivo si se compara con el que presentan los municipios que carecen de este recurso al pie de casa. En esos pueblos, la caída acumulada fue del 18,1% durante el mismo periodo, según la última estadística del INE cuyos detalles revelan la importancia de estos negocios y de sus profesionales en este lunes en el que se celebra, como cada 25 de septiembre, el Día Mundial del Farmacéutico.

118, en el medio rural

En estos momentos, Zamora cuenta con 162 oficinas de farmacia. De ellas, 30 se encuentran en la capital, 10 en Benavente y 4 en Toro. Las 118 restantes, junto a los 17 botiquines farmacéuticos, se ubican en las zonas rurales de la provincia y prestan servicio a lugares generalmente en declive demográfico, con un gran volumen de vecinos de avanzada edad y con personas que sufren el castigo de la llamada soledad no deseada.

Durante un acto reciente en la Diputación Provincial, el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Zamora, Juan Prieto Corpas, reivindicó la tarea de los profesionales y destacó que, en el último año, la provincia se ha librado de los tan temidos cierres. De hecho, si se mira un decenio atrás se puede comprobar cómo en ese periodo el territorio solo ha perdido cinco oficinas de farmacia, aunque es cierto que la capital ha ganado una y el medio rural ha visto marchar seis en esa horquilla temporal.

En todo caso, las farmacias resisten con entereza en un contexto de pérdida de población que muchas veces conlleva la huida de servicios por causas económicas o de otra índole. En su citada intervención de hace menos de un mes, Prieto Corpas remarcó que los establecimientos rurales de este sector son el "logro que garantiza y hace accesible el medicamento para toda la población".

El presidente de los farmacéuticos recalcó que los profesionales de los pueblos son "más que sanitarios". "Son los que conocen, los que hablan, los que participan en la vida de la localidad. Prestan un servicio necesario y esencial que se debe cuidar también como apoyo a la atención primaria", zanjó.

Los ingresos descienden en los lugares menos poblados

Las farmacias de municipios rurales de pequeño tamaño generan unos ingresos medios de 34.997 euros netos al mes. Eso sí, conviene destacar que este montante no representa el beneficio directo de los negocios, para lo que habría que tener en cuenta los márgenes por la dispensación de medicamentos. El estudio encargado en enero por el Consejo General de Farmacéuticos señala que las diferencias en la facturación según el tramo poblacional rural en el que se encuentre la farmacia son muy significativas. Así, las farmacias ubicadas en micromunicipios rurales facturan la tercera parte de lo que factura una farmacia ubicada en un municipio con una población entre 3.000 y 5.000 habitantes (20.015 euros netos mensuales frente a 61.100 euros netos mensuales). De este modo, a medida que disminuye el tamaño municipal (aumenta la ruralidad), cae la facturación de las farmacias ubicadas en este tipo de entornos. Atendiendo a la distribución de la facturación según el tipo de producto vendido (medicamentos y productos sanitarios), cabe destacar que nueve de cada diez euros facturados por una farmacia ubicada en un municipio rural de pequeño tamaño proceden de la venta de medicamentos. Poniendo el foco en la facturación por medicamentos, al igual que ocurría con la facturación media total, el montante definitivo difiere en función del número de habitantes del municipio, disminuyendo según aumenta la ruralidad, según el informe.

El proyecto Facendera, otra vía para ayudar a los mayores del medio rural

La Diputación Provincial de Zamora y el Colegio Oficial de Farmacéuticos lanzaron recientemente un proyecto que busca facilitar a los ciudadanos mayores del medio rural la administración de sus medicamentos. La mecánica es tan sencilla como proporcionar a cada paciente su medicación en envases tipo blíster, organizada por días y tomas para un tiempo determinado. Así, los usuarios tienen claro lo que deben tomar. El programa se llama Facendera y es gratuito para las personas que pueden acceder a él, ya que la institución provincial aporta los 70.000 euros que cuesta esta iniciativa inicialmente. El proyecto, ya anunciado a principios de 2023, arrancó a comienzos del mes de septiembre, después de que el presidente de la Diputación, Javier Faúndez, y el responsable de los farmacéuticos, Juan Prieto Corpas, presentaran los detalles en una comparecencia que tuvo lugar en el Salón de Plenos provincial. El proyecto se enmarca en la lucha contra la despoblación y en la batalla por la supervivencia de las farmacias rurales que resisten fuera de Zamora capital. El dirigente provincial aprovechó para reconocer la importancia que tienen los farmacéuticos desde el punto de vista del apoyo a los mayores que residen en el medio rural.

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