Dos agresores sexuales de Zamora ingresan en Topas 27 años por forzar a una niña de 13 años

El Supremo confirma que los dos zamoranos forzaron a la niña de 13 años a meterse dentro de un coche para practicarles felaciones

Magistrados de la Audiencia que juzgaron a los dos agresopres sexuales de Zamora.

Magistrados de la Audiencia que juzgaron a los dos agresopres sexuales de Zamora. / L.O.Z.

Los dos agresores sexuales de una menor a la que forzaron a entrar en la parte de atrás del coche de uno de ellos están ya en Topas para cumplir los 13 años y medio a los que han sido condenados cada uno por obligar a la víctima a realizarles felaciones en julio de 2016, cuando la niña tenía 13 años de edad. El ingreso en prisión de los dos varones, de iniciales J.C.A. y J.M.R., se produjo este verano, después de que el Tribunal Supremo confirmara íntegramente, como ya lo había hecho el Superior de Justicia de Castilla y León, la condena que impuso la Audiencia Provinciala los dos zamoranos en diciembre de 2020, tras el juicio en el que la Fiscalía había exigido 30 años de cárcel para los dos y los magistrados dejaron la condena en 27 años.

El Supremo sigue los mismos criterios para dar por válida la versión de los hechos que describió la niña, un relato en el que afirmaba que J.C.A. se valió de la confianza que tenía la menor con él, que ella consideraba una relación de pareja, para pedirle que le acompañara al garaje donde tenía estacionado su vehículo, estancia “donde podrían hablar más tranquilos”, le dijo a la pequeña. Cuando ambos llegaron al lugar, la víctima se encontró con que también estaba J.M.R.V., el otro condenado, y con que "la forzaron a entrar en la parte de atrás del coche", asegura textualmente la Audiencia en su sentencia.

Para lograr su propósito, los dos hombres la agarraron de los brazos para meterla en la parte trasera del automóvil, colocarla en medio de ambos y, "movidos por un ánimo libidinoso, dada su superioridad física y a pesar de que ella les dijo que no, le obligan a practicarles una felación" a cada uno, "si bien eyacularon fuera de la boca" de la preadolescente, indican la sentencia confirmada por el Supremo en todos sus extremos. Unos hechos probados, tras celebrarse el juicio, que el Alto Tribunal da por sentados que se sucedieron tal y como la víctima los ha contado durante el periodo de investigación de la denuncia y en el juicio.

Los dos hombres, uno de ellos de 39 años, amenazaron a la menor antes de salir del vehículo y del garaje al indicarle "que no contara nada de lo ocurrido a nadie". Una advertencia que se convirtió en amenaza de muerte el 17 de julio, tras cometer la agresión sexual, cuando J.C.M. discutió con la niña de 13 años y le hizo un gesto equiparable a una amenaza de muerte, según la sentencia, al pasarse la mano por el cuello en ademán de indicar que se lo cortaría si hablaba de lo sucedido.

Los magistrados consideran totalmente creíble que este imputado en el delito sexual a una menor acorralara a la víctima contra un coche y la empujara contra el mismo en presencia de amigos de la niña, que intervinieron para evitar que esa agresión fuera mayor. La pandilla se acercó para pedir a la amiga que se fuera con ellos. El fallo detalla que la menor estuvo dos veces en la casa de J.C.A., que la había dado el número de su teléfono y que ella le llamaba con cierta frecuencia.

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Los dos varones condenados por agresión sexual a la menor de 13 años en Zamora capital deberán cumplir cinco años de libertad vigilada una vez hayan abandonado la prisión de Topas, donde tendrían que permanecer, al parecer, hasta cumplir la mitad de la condena siempre que el equipo multidisciplinar que valora la evolución de los presos estimen que pueden acceder al tercer grado.

La sentencia que confirma el Supremo indica que los procesados y amigos, de iniciales J.C.A. y J.M.R., no podrán aproximarse a menos de 500 metros a la víctima durante 18 años y seis meses como medida de protección para la víctimaque tiene en la actualidad 18 años. La joven recibirá una indemnización de 5.000 euros que deben pagar entre los dos condenados, cantidad en la que se fijaron los daños psicológicos sufridos por la práctica sexual a la que la obligaron tras conducirle con engaños hasta el vehículo donde la forzaron. La madre de la menor se enteró de la agresión sexual porque encontró un mensaje de un número de móvil desconocido en el teléfono de su hija.

La mujer, que declaró en el juicio celebrado en Zamora, contó que las amenazas de los hombres a la víctima para que no hablara se producían de forma continuada, lo que le llevó a indagar en Internet hasta descubrir la identidad del titular del teléfono desde el que la niña recibía las amenazas, era de J.C.A., aseguró. Otro mensaje en el que el condenado decía a la menor "ten cuidado con lo que cuentas" llegó al móvil de la abuela de la niña, por lo que la madre decidió hablar con las amigas de su hija que le contaron cómo la habían acorralado y amenazado tras la agresión sexual para que no hablara. La Policía Nacional llevó a cabo la investigación que terminaron con la imputación del fiscal y la condena a prisión.

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