Experimento en Zamora: la Inteligencia Artificial deja fríos a los espectadores

Treinta zamoranos participan en un estudio del Instituto Politécnico de Vila Real portugués

David Refoyo (derecha) y miembros de la agencia Alto el Fuego, que realizaron las grabaciones.

David Refoyo (derecha) y miembros de la agencia Alto el Fuego, que realizaron las grabaciones. / EMILIO FRAILE

Carlos Gil Andrés

Carlos Gil Andrés

El voluntario entraba en la sala central de La Alhóndiga, despojada de las habituales sillas para dejarla expedita, a modo de plató de televisión. Una cámara filmaba en todo momento, desde que franqueaba la cortina que hacía de fondo del escenario, hasta que se colocaba en la silla frente a una pantalla donde una señorita creada con inteligencia artificial le hablaba durante dos minutos.

La mitad de las 30 personas que acudieron a La Alhóndiga para participar en el experimento de Inteligencia Artificial escuchaban a la "robot", el resto a una persona real. Y todo se grabó para realizar un estudio de las emociones que provocaban ambos discursos. El zamorano David Refoyo, encargado de filmar el experimento constata que la respuesta a la Inteligencia Artificial resultó más fría que la interacción con el ser humano.

Como todo está grabado, se estudiará y editará convenientemente para que forme parte del estudio pionero que realiza el Instituto Politécnico de Vila Real, dependiente de la Universidad de Tras os Montes e Alto Douro para analizar el impacto de la Inteligencia Artificial en la población de Zamora. Con estas imágenes se elaborará un reportaje que explique los resultados del estudio.

El estudio "representa una oportunidad única para arrojar luz sobre cómo la Inteligencia Artificial influye en nuestra vida y cómo podemos adaptarnos mejor a esta revolución tecnológica", afirma la doctora Ana Rodrigues, líder de equipo de investigación. "Nuestro objetivo es proporcionar información valiosa que pueda ayudar a la toma de decisiones en relación con la Inteligencia Artificial en Zamora".

El estudio, según los promotores, "marca un paso significativo hacia una comprensión más profunda de cómo la Inteligencia Artificial modelará el futuro de las relaciones sociales, la comunicación y el arte y establece el compromiso" de las entidades académicas con la comunidad.

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