El Tránsito cumple con la tradición

Decenas de zamoranos participan en la veneración de las sandalias, el acto que despide las celebraciones en honor de la Virgen dormida

Asistentes a la misa de doce presidida por el sacerdote Pedro Faúndez. | E. F.

Asistentes a la misa de doce presidida por el sacerdote Pedro Faúndez. | E. F. / N. S.

N. S.

Las sandalias de la Virgen del Tránsito volvió a ser venerada por decenas y decenas de fieles que únicamente pudieron o tocarla o optar por bajar la cabeza ante ella como señal de respeto.

Decenas de personas acudieron a las dos eucaristías tras las que se daba a venerar las sandalias de la Virgen dormida, un acto al que fueron zamoranos de todas las edades, desde personas de la tercera edad, la mayoría, hasta algún bebé. Con las dos celebraciones concluyó el novenario que fue aprobado en el año 1751.

Devotos en una de las eucaristías. | E. F.

Devotos en una de las eucaristías. | E. F. / N. S.

Además durante estos días la iglesia lucía un gran dosel o pabellón azul, bordado en plata, que les regaló el prelado Tomas Belestá.

La Virgen Dormida, que representa el momento en que Nuestra Señora está a punto de iniciar el Tránsito al cielo, no suele salir del convento del Corpus Christi más que en ocasiones muy especiales, siendo la última la conmemorativa de los 400 años de la imagen.