Esta es la enfermedad endémica que más afecta a las mascotas de Zamora

El mosquito que trasmite el parásito a través de su picadura se encuentra sobre todo en zonas húmedas con temperaturas medias

Mónica Romero, en la Clínica Kinditin con Kiko, antes de iniciar su nueva andadura profesional en Cádiz. | K. G. F.

Mónica Romero, en la Clínica Kinditin con Kiko, antes de iniciar su nueva andadura profesional en Cádiz. | K. G. F. / B. Blanco García

Beatriz Blanco García

Beatriz Blanco García

La leishmaniasis es una enfermedad endémica en Zamora, por lo que los veterinarios aconsejan mucha precaución a los dueños de mascotas —sobre todo perros, aunque ya se ha demostrado también puede afectar a los gatos y otros mamíferos— para evitar el contagio.

Se trata de una enfermedad producida por un parásito que es transmitido a través de la picadura de un mosquito, insecto que se encuentra sobre todo en zonas húmedas "como ríos, aguas encharcadas o embalses, actuando con temperaturas medias, a partir de los 16 o 18 grados. Por eso, a finales de febrero o principios de marzo es aconsejable que se proteja a los animales", señala la veterinaria Mónica Romero.

¿Qué es la leishmaniasis? ¿La pueden contagiar los perros?

Picadura de mosquito

El tiempo de peligro de la leishmaniasis se ha alargado con el cambio climático, que adelanta la primavera y mantiene por más tiempo esas temperaturas. "En España hay un porcentaje muy alto de la enfermedad, pero dentro del país existen zonas con mayor afectación, como Zamora y, dentro de ella, la zona de Sayago", indica.

De animales a personas

Se trata de una zoonosis, es decir, que se transmite de animales a personas. "Ese contagio se produce cuando un mosquito pica a un mamífero portador de la enfermedad. Cuando absorbe la sangre, a su vez absorbe el parásito, que se queda en la boca del mosquito y cuando pica a otro mamífero sano, le inocula el parásito directamente en la sangre", detalla la veterinaria, quien quiere dejar claro que "no hay transmisión sin no ha picadura", por lo que animales sanos y enfermos pueden convivir, también con humanos, sin peligro "mientras no haya mosquito".

Perros a la sombra en la calle con sus dueños

Perros a la sombra en la calle con sus dueños / Cedida

Existen dos formas de manifestarse, de manera cutánea —afecta externamente— o visceral, donde se ven dañadas las funciones del riñón y el hígado. En ambos casos, se puede diagnosticar de forma sencilla con un test rápido.

Prevención con pipeta y vacuna

"Lo importante es la prevención", subraya la veterinaria Mónica Romero, así que los repelentes son una de las mejores fórmulas para que las mascotas se libren de esta enfermedad. "Como lo que queremos es que el mosquito no se acerque a nuestro animal y no le pique, eso se puede lograr poniéndole pipetas o collares antiparasitarios", propone, destacando que hay que cerciorarse de que estas medidas cubren la leishmaniasis. Aun así, si estas primeras acciones no son suficientes, la experta aconseja complementar con la vacuna "que otorga una protección del 70%. Si se le suma el repelente, la protección se vuelve bastante completa", asegura.

Un perro se refresca en la calle

Un perro se refresca en la calle / Eduardo Parra

Esta vacuna —se trata de una dosis anual— es aconsejable en lugares como Zamora, donde la enfermedad es endémica. Pero, como nada es infalible, y la mascota es atacada por el parásito, aún hay esperanza. "Hace años solo se barajaba la posibilidad de la eutanasia, pero la medicina veterinaria ha evolucionado mucho y existen tratamientos que permiten que el animal tenga calidad de vida e incluso una resolución de la enfermedad", compara Romero, quien detalla que la forma cutánea tiene mejor pronóstico "porque los órganos no han sido afectados", pero invita a todos los dueños a buscar estas alternativas. "Con seguimientos y controles, el animal vivirá mucho tiempo", augura.