Las obras del Museo de Semana Santa de Zamora, paradas tras el hallazgo de una atarjea de Segundo Viloria

Patrimonio tendrá que pronunciarse sobre mismo colector de 1880 que en el tramo de la Feria se recomendó conservar al Ayuntamiento

Zona del solar del Museo donde se ha descubierto a la atarjea histórica de Segundo Viloria.

Zona del solar del Museo donde se ha descubierto a la atarjea histórica de Segundo Viloria. / JOSE LUIS FERNANDEZ

Carlos Gil Andrés

Carlos Gil Andrés

Las obras del solar del Museo de Semana Santa se encuentran paradas desde hace días debido a la aparición de una atarjea (colector de aguas residuales) histórica que cruza de punta a punta el solar.

Se trata de la misma atarjea que se dirige a la Muralla y la atraviesa hasta llegar a la zona de la avenida de la Feria. De hecho, el proyecto realizado por el Ayuntamiento de Zamora hace unos años para la remodelación y adecuación de la zona se vio obligado a contemplar la restauración e integración de la atarjea histórica que data de 1880, diseñada por el arquitecto municipal Segundo Viloria y descubierta entre los números 25 y 27 de la avenida de la Feria.

Fue la Comisión Territorial del Patrimonio Cultural la que recomendaba al Ayuntamiento su conservación porque se trata de una de las primeras infraestructuras del saneamiento de la ciudad.

Según las fuentes consultadas por este diario todavía no hay una decisión de Patrimonio con respecto a este elemento encontrado en el solar del Museo, que de tener que conservarse, supondría un serio revés para el proyecto del nuevo inmueble, debido a que el nuevo edificio tiene una planta bajo el nivel del suelo.

Se da la circunstancia de que a pesar de su antigüedad el colector histórico descubierto se encuentra aún en uso, según señalaron a este diario fuentes conocedoras de la infraestructura.

El dilema está ahora en saber si Patrimonio autorizará la retirada de este elemento para permitir el desarrollo del proyecto como estaba previsto u obligará conservarlo, como hizo con el tramo que afectaba al Ayuntamiento en las obras de la Feria.

Catas

Sea como fuere lo cierto y verdad es que los trabajos de prospección arqueológica, que han consistido en horadar una serie de catas (cuadrados de cuatro por cuatro metros) parecen haber concluido. Casi todas estas catas se han vuelto a tapar con arena, excepto la mencionada atarjea, que está al aire libre en todo su recorrido, que parte desde la zona de la puerta principal del antiguo Museo hasta las casas del fondo, y otra excavación situada a su izquierda, casi en la esquina de Motín de la Trucha con la fachada de Santa María La Nueva, donde hay abierto un hueco en el que se aprecian restos de muros.

De momento no se conoce que haya habido otros hallazgos relevantes en el solar que prácticamente ha completado ya el derribo de todos los inmuebles, salvo una parte de la última casa de la calle Orejones.

Mercado

La aparición de tramos de atarjeas es relativamente frecuente cuando se acometen obras en el casco antiguo de la ciudad. En las obras que se llevaron a cabo en el entorno del Mercado, por ejemplo, apareció un tramo de colector realizado con ladrillo, que también fue documentado por Patrimonio y se volvió a tapar.

El estudio arqueológico no preveía qué hacer con el colector

La retirada de la solera de hormigón sobre la que se asienta el Museo dejó al descubierto los terrenos compactados de la antigua huerta de Santa María La Nueva. Lo más llamativo fueron los numerosos restos óseos que aparecieron entre la tierra, sin interés arqueológico, ya que se trataba de terrenos de relleno.

No se tiene noticia, en cambio, de que se hayan encontrado inhumaciones de la necrópolis que se desarrolla a norte y este de Santa María La Nueva. Sí preveía el estudio arqueológico que «pueda hallarse un pozo y atarjeas (canalizaciones de agua de ladrillo) vinculados a usos anteriores al Museo», pero sólo se mencionan y no se especifica qué hacer con estos elementos.

«La apertura de una zanja en el solar de la Ronda de Santa María 9, de 26 metros de longitud, 1,5 metros de anchura y 2,5 metros de profundidad bajo cota 0 del proyecto podría afectar tanto a los restos más al norte de la posible necrópolis, como al potente nivel antrópico (en el que hubo actividad humana) documentado en las parcelas de la Ronda de Santa María la Nueva 9 y 11», señalaba el estudio arqueológico. Posteriormente también plantea una potencial afección, indica el estudio arqueológico, el vaciado de casi 1.500 metros cuadrados de las parcelas sur del proyecto (Plaza de Santa María la Nueva, 8 y Calle Orejones 16 y 18). La excavación alcanzará 6,48 metros bajo la cota 0 de proyecto (situada a 648,18 metros sobre el nivel del mar). Esta actuación es la que mayor incidencia tiene sobre el solar, por su extensión como por su potencia.