Zamoranas con memoria de oro

Manuela Ramos y Soledad Rodríguez se gradúan de Humanidades en la Senior University, impulsada por la Fundación DomusVi

María Soledad Rodríguez Hernández (de pie) y Manuela Ramos Guarido, en las instalaciones de la residencia DomusVi de Zamora. | Ana Burrieza

María Soledad Rodríguez Hernández (de pie) y Manuela Ramos Guarido, en las instalaciones de la residencia DomusVi de Zamora. | Ana Burrieza / B. Blanco García

Beatriz Blanco García

Beatriz Blanco García

Geografía, Historia, Literatura, Historia, del Arte y Música. Estas son las asignaturas que han cursado María Soledad Rodríguez Hernández y Manuela Ramos Guarido para diplomarse en Humanidades, dentro del proyecto Senior University, impulsado —en colaboración con la Universidad de Barcelona— por la Fundación DomusVi.

Ambas viven en la residencia que esta fundación tiene en Zamora y se muestran “encantadas” con la experiencia de haber vuelto a las aulas —aunque haya sido de manera virtual—, más todavía teniendo en cuenta que las dos residentes son maestras jubiladas.

Uso del tiempo libre

“Tenía mucho tiempo libre y me apetecía recordar”, apunta Manuela, natural de Almeida de Sayago, quien desarrolló toda su vida laboral en Madrid, primero dando clase pasando después a la empresa privada y aprobando unas oposiciones de Hacienda.

Un poco más le costó dar el paso de volver a los estudios a María Soledad, vecina de San Lázaro “de toda la vida”, como subraya. “Me gusta mucho leer, pero últimamente veía que me costaba asimilar, así que tenía miedo de hacer el ridículo”, confiesa. Sin embargo, solo le hizo falta un pequeño empujón para matricularse. “Bendita la hora en la que les hice caso”, agradece una vez terminadas las clases.

Las mejores asignaturas

Sobre las asignaturas, las favoritas de Manuela han sido Geografía e Historia. “Música quizá lo que menos, porque nunca he tenido buen oído, aunque he ido a muchos conciertos en Madrid e incluso estuve en la Ópera de Viena”, recuerda. Su compañera, sin embargo, no se decide a decantarse por ninguna materia. “A mí me gustaban todas por lo bien que las explicaban”, afirma. “Cada uno de los profesores tenía un gran dominio de su asignatura y además la sabían transmitir con muy buena pedagogía”, subraya alguien que sabe mucho de ello, dada su veteranía como maestra, que le llevó a recorrer parte de los pueblos de la provincia hasta su jubilación en el colegio Sancho II de la capital. “Ha sido una gozada escucharles”, asegura sobre sus profesores.

María Soledad Rodríguez Hernández cuenta su experiencia.

María Soledad Rodríguez Hernández cuenta su experiencia. / ANA BURRIEZA

Nuevos grupos

Las dos estudiantes coinciden en animar a nuevos residentes a vivir su misma experiencia cuando arranque la segunda edición de estos estudios. “Es un atractivo más y una manera de convivir, porque aquí estás lejos de la familia y así te entretienes”, confiesa Manuela, mientras que su compañera sentencia que “no se puede estar de brazos cruzados, lamentándose todo el día, hay que animarse con cosas nuevas”.

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