Contrabando en Zamora: 317.000 cajetillas de tabaco y 1,4 millones de fraude

Un coche lanzadera, detectado por la Guardia Civil en Otero de Bodas, abría paso al furgón que llevaba la mercancía ilegal

Un agente de la guardia civil con el tabaco incautado.

Un agente de la guardia civil con el tabaco incautado. / Guardia Civil

Pasaban 5 minutos de la media noche cuando el viaje de tres varones hacia Orense se vio interrumpido a la altura de Otero de Bodas por la Guardia Civil. El control rutinario de ese 16 de marzo de 2017 que, en principio, solo sirvió para detectar una cajetilla de tabaco American Club sin precinto en poder del conductor del turismo, de iniciales J.M.G.A., terminó con la incautación de otras 317.000 más también ilegales.

La mercancía de contrabando valorada en 1.405.000 euros, procedía de Sevilla, y de haber llegado al mercado negro habría impedido a la Agencia Tributaria recaudar 1.126.000 euros derivados del pago del IVA e impuestos especiales, un delito por el que la Fiscalía de Zamora y el Abogado del Estado acusa a los ocupantes del turismo y al conductor de la furgoneta a 12 años de prisión y a pagar una multa de 8.434.200 euros.

El primer incidente hubiera terminado en una simple sanción administrativa si el conductor del vehículo no hubiera retrocedido en tres ocasiones, en poco más de tres horas para aproximarse al mismo lugar en el que la patrulla de la Guardia Civil les había retenido para realizar un registro rutinario.

Los guardias civiles vuelven a otear el automóvil a los 00.40 minutos y las sospechas van en aumento cuando a las 2.45 horas los dos individuos vuelven a aparecer en las inmediaciones de Otero de Bodas, movimiento que repiten en menos de una hora, a las 3.20.

A partir de ahí, los agentes comienzan a barajar la posibilidad de que el automóvil sea un coche lanzadera, los utilizados cuando se realiza algún tipo de transporte de mercancía ilegal (desde drogas a licores o armas), cuyos ocupantes tienen como misión comprobar que la ruta está “despejada”, que no hay vigilancia en ningún punto del recorrido, y avisar en caso contrario para que se desvíe la ruta del cargamento ilegal.

Ese procedimiento garantiza a los delincuentes que los productos destinados a la venta ilegal no serán interceptados por la Guardia Civil o por la Policía Nacional. Pero la perseverancia de los agentes dio sus frutos, al lograr que los ocupantes del turismo creyeran que el camino estaba “despejado”. Y a las 3.30 horas entra en escena un furgón Iveco Daily, matriculado en Sevilla y conducido por F.J.R.R., al que seguirá la patrulla.

El coche lanzadera sale de un arcén al observar que la Iveco se acerca y se coloca delante y lanza ráfagas de luz, signos claves para alertar la conductor de la furgoneta de la presencia de la Guardia Civil. Al mismo tiempo, el conductor del coche levanta el pie del acelerador para situarse entre los agentes y la furgoneta.

El cargamento

Las maniobras no impiden que los agentes, que ya habían pedido refuerzos al cuartel de la comarca, den el alto a los dos vehículos. El registro permite descubrir 315 cajas de cigarros, con mil cajetillas de 20 cigarros: 155 de la marca American Club y 162 de Prince.

El Juzgado de Puebla de Sanabria decretó el ingreso en prisión de los cuatro acusados, quienes abonaron en total 20.000 euros para eludir la cárcel, donde permanecieron menos de 24 horas. Uno de los detenidos, de iniciales M.A.B., de nacionalidad portuguesa, ya tenía una condena por contrabando de noviembre de 2015; el otro imputado, el sevillano J.M.G.A., tenía antecedentes penales; y el tercer ocupante del coche lanzadera, el también sevillano J.O.T., carecía de antedentes penales

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