Caja Rural de Zamora es uno de los patrocinadores principales del congreso "Razones para quedarnos. Estrategias frente a la España despoblada", un evento que tendrá lugar el 5 de febrero en la sede del Consejo Consultivo de Castilla y León, y que organiza LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA, un medio de Editorial Prensa Ibérica y Grupo Zeta. El director general de la entidad financiera, Cipriano García, aborda algunos de los temas que se tratarán en la cita, y aporta el punto de vista de una de las empresas con mayor arraigo en el territorio.

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-¿Qué espera Caja Rural de este congreso vinculado al Reto Demográfico?

-Nosotros estamos dispuestos a colaborar con cualquier iniciativa que tenga como fin la mejora social de la provincia. En este caso, el congreso nos parece muy interesante. El mal endémico que tenemos en Zamora es conocido por todos, y requiere de jornadas como esta y de concienciación a nivel institucional. Nuestra situación es la que es, y tenemos que hacer algo distinto a lo que hemos hecho hasta ahora para que el panorama cambie de forma inmediata. Es fundamental que actuemos cuanto antes, de forma urgente. Además, también nos sumamos al congreso por una cuestión de compromiso.

-¿Cree necesario que se empiece a hablar públicamente, y en el ámbito de la política, sobre el problema de la despoblación que afecta a la provincia?

-Sin duda. La concienciación por parte de los políticos y de las instituciones sobre esta problemática es necesaria, y más aquí, donde está la zona más desfavorecida de toda la geografía nacional. Aunque no se refleje en el número de habitantes por kilómetro cuadrado, sí está claro que la trayectoria es la más negativa de todas las provincias. Por eso, es evidente que las instituciones tienen que ser conscientes de nuestra situación, y deben tener claro que hay que tomar cartas en el asunto de forma inmediata.

-¿Tiene la sensación de que Zamora queda un poco apartada del foco mediático, en relación a lo que sucede con otras zonas como Teruel o Soria?

-Primero, los propios zamoranos tenemos que entender que hay que hacer algo al respecto. Debemos pedir a nuestros representantes públicos su compromiso absoluto con esta situación. Contamos con que ya lo tienen. De hecho, en las reuniones que hemos mantenido al respecto, nos acreditan que padecen la misma preocupación. Ahora bien, no se trata de que expresen esa preocupación ante nosotros, sino que acrediten esa realidad ante los responsables nacionales de sus partidos para que ellos pongan los medios necesarios y se revierta la situación. Por el ratio de despoblación, Zamora es la zona cero; la provincia con mayor deterioro de España, y debemos tomar cartas en el asunto. Si no, esto no se va a resolver nunca.

-Desde Zamora 10 se está trabajando para tratar de impulsar los proyectos que implican a la provincia. También lo hacen otros colectivos desde distintos ámbitos. ¿Le gustaría que hubiera una voz única contra la despoblación en Zamora?

-Puede haber, y hay, distintas voces y personas que luchan por esto. Pero tiene que haber una unidad de criterio a la hora de reivindicar. Podemos tener distintos puntos de vista en según qué cosas, pero estar juntos a la hora de la verdad. Esa sensación de unidad es la que se tiene que transmitir hacia fuera. Hay que confluir en proyectos estratégicos, y tenemos que llevar un respaldo lógico por parte de la sociedad.

-¿Qué puede hacer Zamora para llegar con su mensaje a la clase política nacional y poner en el centro la problemática de los pueblos que languidecen?

-Para eso tenemos unos representantes institucionales, que tienen que ser nuestros valedores. Nosotros, con toda la amabilidad y cercanía del mundo, les transmitimos nuestro punto de vista, pero lógicamente son ellos los que tienen que hacer valer las iniciativas y hacer de transmisores de las inquietudes y de las posibles soluciones que lanzamos, sin ir más lejos, desde Zamora 10. Nuestro fin es proporcionar a los políticos posibles salidas a esta problemática.

-¿Espera que las promesas realizadas en campaña se plasmen en hechos concretos?

-Nosotros damos por sentado que los compromisos realizados por los políticos se van a cumplir. No tenemos ninguna duda de que Monte la Reina va a venir, porque así se ha comprometido públicamente el presidente del Gobierno. Por tanto, no tenemos que dudarlo. Hay que darlo por sentado, y tener clarísimo también que la autovía a Portugal se va a impulsar. Los Presupuestos Generales lo tienen que reflejar sí o sí, y la ciudadanía también tiene que tenerlo claro. Nosotros tenemos un déficit histórico en relación a otras provincias, y hay que compensarlo.

-Caja Rural es una de las entidades que mantiene las oficinas en los pueblos. ¿Serán necesarias ayudas por parte del sector público para conservar ese servicio, que también da un soporte social?

-La Caja Rural es una "rara avis". No es normal encontrar una entidad que no haya cerrado ninguna oficina. Nuestra pretensión es seguir en la misma línea. Queremos ser un nexo de unión entre lo urbano y lo rural, porque es nuestra esencia y la razón de ser de la Caja Rural. Pero está claro que, económicamente, los locales no son rentables en muchos casos. Hacemos una labor, no solo financiera, sino también social, y nuestra idea es conservar la red de oficinas y adecuarla a las necesidades de cada zona. El servicio se va a seguir prestando sin duda.

-¿Se hace más necesaria la banca de cercanía para una sociedad que tiende al envejecimiento?

Justamente. Y está en nuestro ADN. Esto se enmarca en el problema de la exclusión financiera, que afecta a pueblos que se quedan sin acceso al banco. Esto lo hemos expuesto como un problema que está ahí ya, que es inmediato. En otras comunidades autónomas lo están resolviendo de un modo en el que nosotros no hemos llegado a profundizar, que es a través de cajeros automáticos subvencionados por las propias administraciones para dar servicio a la gente aislada. Nosotros no lo hemos planteado porque hemos entendido que nuestro compromiso con Zamora es mantener el servicio a los socios y a los clientes de Caja Rural.

-¿Le gustaría que hubiera más empresas en la provincia capaces de incidir en la labor social que sí presta Caja Rural?

-Nosotros nos sentimos cómodos porque atendemos a nuestra gente, y hacemos lo que creemos que debemos hacer. Somos una parte importante de la sociedad de esta provincia, y el resto de las entidades, que en general toman las decisiones muy lejos de aquí, no suelen tener esa misma sensibilidad. Tampoco la cuota de mercado, aunque hay que decir que nuestra cuota de mercado es bastante menor a la implicación social que tenemos. Nos gustaría que la gente entendiera esto. El desarrollo social de la Caja beneficia a la sociedad. De todos modos, nosotros creemos en la competencia, y ojalá hubiera muchas empresas en Zamora.

-¿Qué opina de la estrategia que pretende impulsar la Diputación para situar a Zamora a la cabeza de la Silver Economy?

-Es una iniciativa que nos parece muy importante, dadas las circunstancias. Hemos colaborado con la Diputación en los congresos previos, y ahora hay un proyecto mucho más ambicioso en marcha. Ya hemos tenido algunas reuniones en ese sentido, y nos parece una idea magnífica, como cualquier proyecto que vaya en la línea de mejorar nuestra situación. De todos modos, no tenemos que pensar que va a ser la panacea. Nos parece razonable, pero hace falta una estrategia global con una línea de trabajo. Sería como una bomba de racimo. El plan es el mismo, pero con diferentes acciones concatenadas.