La producción de tinta de Toro en la DO, al alza

Viticultores y bodegas recolectan 22,1 millones de kilos en una vendimia marcada por la "resistencia" de los viñedos y la "extraordinaria" calidad del fruto

Vendimiadores recolectan uva en una parcela de viñedo de la Denominación de Origen Toro. | Cedida

Vendimiadores recolectan uva en una parcela de viñedo de la Denominación de Origen Toro. | Cedida / M. J. C.

Cuando restan los últimos coletazos de la vendimia, el Consejo Regulador ha realizado un primer balance de la campaña, marcada un año más por la resistencia "Numantina" de los viñedos y la "extraordinaria" calidad de la uva.

El presidente del Consejo Regulador, Felipe Nalda, confirmó que, hasta la fecha, se han recolectado un total de 22.140.445 kilos de las seis variedades autorizadas para elaborar vinos amparados por el sello de calidad, de los que cerca del 91%, se corresponden con uvas de tinta de Toro.

La producción de la variedad autóctona ha alcanzado este año los 20.127.393 kilos, mientras que de garnacha tinta se han recolectado 301.577 kilos, gracias al "interés" de algunas bodegas por "mantenerla", ya que en los últimos años la tendencia era arrancar los viñedos de la citada variedad.

Además, Nalda destacó que la producción de albillo real se ha incrementado en la última vendimia, al pasar de 13.000 kilos recogidos en 2022 a los 16.000 contabilizados este año, por lo que desde el Consejo Regulador se tratará de "potenciar" la variedad blanca. De moscatel de grano menudo, viticultores y bodegas han recogido 7.600 kilos, mientras que la producción de malvasía castellana se ha situado en 693.586 kilos, y la de verdejo ha alcanzado los 617.608 kilos.

Al margen de los datos de kilos recogidos, el presidente de la Denominación de Origen remarcó que, este año, la vendimia arrancó el 20 de agosto, antes que en pasadas campaña porque, cada vez más bodegas, deciden iniciar "apresuradamente" las vendimias seleccionadas, con el objetivo de recolectar uvas, que destinan a la elaboración de vinos de menor graduación y más frescos para atender la demanda de los mercados.

Maduración

No obstante, la mayor parte de las bodegas de la zona abrieron sus puertas a la recepción a mediados de septiembre cuando la uva presenta un estado de maduración óptimo.

De otro lado, Nalda precisó que, después de 36 años cosechas recolectadas desde la aprobación de la Denominación de Origen, aunque "todas son parecidas", cada una presenta unas peculiaridades diferentes, en función de cómo se desarrolle el "año vitícola".

En este punto, recordó que, tras un invierno y un otoño secos, las previsiones apuntaban a un "año complicado", que podía influir tanto en la producción como en la calidad de la cosecha.

Sin embargo, las temperaturas moderadas y las lluvias registradas en mayo y junio beneficiaron al viñedo, pero la sequía y las sucesivas olas de calor del verano reactivaron la inquietud entre los viticultores y las bodegas, que temieron una merma de la producción. Las dudas se despejaron con las precipitaciones de finales de agosto y de la primera quincena de setiembre, ya que "beneficiaron" al cultivo y provocaron un nuevo cambio en las expectativas relativas a la cantidad y a la calidad de la cosecha de uva.

Finalmente, la producción ha superado los 22,1 millones de kilos, 1,5 millones inferior a la del 2022, pero que se mantiene en la media de los últimos cinco años. El pasado año, la Denominación de Origen Toro batió el récord de producción con 24,6 millones de kilos recolectados de las seis variedades de uva autorizadas en la zona.

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