El Injuriado desde las alturas de la Catedral de Zamora

El sistema de cuerdas y poleas funcionó y la imponente talla del crucificado del siglo XVI se trasladó sin contratiempos de la capilla de San Bernardo a la mesa procesional

Distintos momentos de la bajada del Cristo de las Injurias del altar de la capilla de San Bernardo y su izado para colocarlo en la mesa procesional en la que desfilará el Miércoles Santo. | José Luis Fernández

Distintos momentos de la bajada del Cristo de las Injurias del altar de la capilla de San Bernardo y su izado para colocarlo en la mesa procesional en la que desfilará el Miércoles Santo. | José Luis Fernández / Alberto Ferreras

Un sistema de cuerdas y poleas guiado desde las alturas ha permitido este sábado elevar al Cristo de las Injurias en la Catedral de Zamora para colocarlo en la mesa procesional en la que tiene previsto desfilar el Miércoles Santo. La compleja operación de descendimiento, traslado, elevación y encaje de la expresiva talla del Crucificado del siglo XVI que da nombre a la Real Hermandad del Santísimo Cristo de las Injurias se ha prolongado durante una hora en la seo zamorana. Una vez concluida, la veintena de cofrades encargados de la operación han respirado tranquilos: la operación ha salido bien y ya está todo listo para el desfile. Ahora, la incertidumbre está en la meteorología.

El Injuriado desde las alturas

El Injuriado desde las alturas / Alberto Ferreras

El ritual, abierto al público que desee presenciarlo, ha sido seguido por la mirada atenta de dos centenares de personas.

El Injuriado desde las alturas

El Injuriado desde las alturas / Alberto Ferreras

El presidente de la cofradía, Rufo Martínez de Paz, ha explicado que hasta el año 2000 esa operación se realizaba con secretismo, sin comunicar previamente cuando iba a hacerse y contratando una cuadrilla de trabajadores para ello. Entonces se acordó abrirlo a los fieles y se ha llevado a cabo de forma ininterrumpida año tras año, con la única parada en el año 2020 por el coronavirus.

El Injuriado desde las alturas

El Injuriado desde las alturas / Alberto Ferreras

El momento más complejo tiene lugar cuando la talla es elevada por encima de la mesa procesional para encajar la cruz en el hueco habilitado para ello de cara al desfile. Rufo Martínez de Paz ha admitido que se trata de una operación "complicada", ya que aunque el sistema de cuerdas y poleas está diseñado para aguantar pesos mucho mayores que los cerca de cien kilos que pesa el crucificado, se trata de una imagen "muy valiosa, de un objetivo de devoción muy importante y no quieres que le pase nada", ha declarado.

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El Injuriado desde las alturas / Alberto Ferreras

Por ello, la operación se ha realizado "con mimo y con mucho cuidado" por parte de cofrades que llevan haciéndolo muchísimo tiempo, pese a lo cual siempre tienen el "nervio" porque quieren que todo salga bien. "Cuando está colocado en la mesa descansas, es un momento, más que tenso, intenso", ha comentado.

Aunque ya todo está listo para el juramento y el posterior desfile que arranca de la Catedral al anochecer del Miércoles Santo, las miradas de los cofrades están puestas ahora en la climatología, aunque "solo queda confiar y reza", ha apuntado sobre la posibilidad de que la lluvia pueda aguar la procesión.

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