La entrada triunfal de «La Borriquilla» en Toro

Los niños han sido los grandes protagonistas en una procesión «bañada» por los rayos de sol para recibir a Jesús en Jerusalén

Abades del Santo Sepulcro y la Soledad ante el paso de «La Borriquilla»

Abades del Santo Sepulcro y la Soledad ante el paso de «La Borriquilla» / Carmen Toro

Decenas de niños levantaban sus palmas hacia el cielo mientras Jesús, a lomos de «La Borriquilla», llegaba en una entrada triunfal a la Colegiata de Santa María la Mayor, como ya lo hiciera hace dos milenios en Jerusalén.

Atrás había dejado la Plaza Mayor y la Puerta del Mercado. También, la plaza de Santa Marina y la calle Corredera, desde donde la procesión matinal del Domingo de Ramos había partido tras la tradicional bendición de palmas y ramos de laurel en la iglesia de Santo Tomás Cantuariense. Allí se habían congregado decenas de toresanos, expectantes por ver a Cristo en sus últimos momentos de alegría entre multitudes antes de los días de sufrimiento.

A la procesión, organizada por la Asociación del Santo Sepulcro y la Soledad, han acudido los niños de Toro, vestidos con sus mejores galas de estreno, para acompañar al Cristo más cercano en su paseo por las calles toresanas, un desfile procesional que ni el sol quiso perderse para darle aún más realce.

También hizo acto de presencia el viento, que hacía ondear los banderines blancos bordados con la roja Cruz de Malta, emblema de la cofradía organizadora, y las colchas y mantones que engalanaban los balcones de las calles por las que Jesús y su borriquita fueron pasando.

La mañana del Domingo de Ramos se ha convertido en un mar de colores alegres, hojas verdes y amarillas palmas. Y ha estado preñada de la más bonita ilusión infantil porque ninguno de los niños va a sufrir aquello de que «quien no estrena el Domingo de Ramos no tiene ni pies ni manos».

Los sones de la banda de música municipal «La Lira» han marcado los pasos de los cargadores entre el templo de partida y el de llegada para que aquellos meciesen con garbo y cadencia a «La Borriquilla». Y las notas de «Caridad del Guadalquivir» han «echado un par de pulsos» con los rayos de sol por ver cuáles ponían más brillo al camino y la entrada triunfantes de Jesús.

Al llegar a la Colegiata, tras la procesión, ha tenido lugar la celebración de la Eucaristía, en la que se ha dado lectura a la Pasión.

Los actos han estado presididos por los abades en ejercicio de la Asociación del Santo Sepulcro y la Soledad, José Ramón Merino, Inmaculada García, Ángeles Díez y Javier Domínguez, a quienes han acompañado los adjntos primeros y segundos de la cofradía, todos ellos, portando sus insignias.