Sencillamente, don Ramón

El imaginero por excelencia de Zamora alumbró con sus obras la devoción de una religiosidad popular sobre la que se asentó la Semana Santa zamorana

Ramón Álvarez vestido con la toga de catedrático.

Ramón Álvarez vestido con la toga de catedrático.

LOZ

Ramón Álvarez Moretón (Coreses1825-Zamora1889) es el nombre del imaginero por excelencia de la Semana Santa zamorana. Sin una formación académica ni ser un erudito, su larga experiencia artesana, intuición y habilidad fueron fundamentales en su obra, toda ella de carácter religioso. De procedencia humilde, supo conectar con los gustos populares. Como explica en su biografía el historiador José Andrés Casquero, en una época de crisis en la Semana Santa, "Ramón Álvarez contribuyó a su resurgir, y la catapultó fuera de sus fronteras locales. Conocedor del secreto de la imaginería -mover a devoción- supo imprimir a sus obras el ethos de aquella religiosidad provinciana, y convertirlas en vehículo de diálogo y exaltación de lo sagrado, hasta el punto de alumbrar devociones que el tiempo convertiría en iconos de la naciente identidad cultural zamorana". Ese conocimiento casi inconsciente del gusto popular, junto a su fama de hombre sencilllo incluso en su etapa de éxito consolidado, lo han convertido en indiscutible mito.