El abrazo

Cuántos abrazos en las calles abarrotadas de esta Zamora que apenas reconocemos los acostumbrados a su solitaria rutina. Abrazos de familia, de hermanos en las procesiones, de quienes regresan, de quienes celebran, de quienes consuelan. Los sesudos científicos de todo el orbe destacan los efectos beneficiosos de un abrazo. El detonante fue el caso de dos gemelas prematuras, una de ellas en estado crítico. Puestas en la misma incubadora, la que estaba mejor abrazó a su hermana. Poco después la pequeña empezó a recuperarse y sobrevivió. Desde entonces se habla del "abrazo de rescate". El contacto de un abrazo desencadena un torrente químico que libera del estrés, estabiliza las emociones y hasta previene la demencia. Pero no vale cualquier abrazo: la duración óptima son 20 segundos. Así que, abracen, fuerte y largo. Nunca más de brazos caídos.