Zamora, capital regional de la Pasión

Julián Calvo trenza en Valladolid un emotivo a la vez que reivindicativo pregón de Semana Santa, en el que clama por una "revisión acorde con el siglo XXI"

Pregón de Semana Santa de la Casa de Zamora en Valladolid, a cargo de Julián Calvo Domínguez. | Cedida

Pregón de Semana Santa de la Casa de Zamora en Valladolid, a cargo de Julián Calvo Domínguez. | Cedida / Carlos Gil Andrés

Carlos Gil Andrés

Carlos Gil Andrés

Colocar a Zamora, con el impulso del nuevo Museo, como capital de la Semana Santa en Castilla y León y adaptar la celebración al siglo XXI, siempre con base en los orígenes. Fueron dos ideas para la reflexión y debate lanzadas por el pregonero de la Semana Santa de Zamora en Valladolid, Julián Calvo en la proclama de este miércoles en el Centro Cívico Bailarín Vicente Escudero.

Era la 29 edición del pregón organizado por la Casa de Zamora en Valladolid, que preside Tránsito Herrero, y que distinguió con el título de socio de honor al claretiano Eugenio Oterino, de Muelas del Pan, que oficia como capellán de la entidad desde hace años.

Julián Calvo Domínguez, secretario de la Casa de Zamora en Madrid, pregonero en la capital de España y semanasantero de pro compuso su pregón en torno a los sentimientos y vivencias de la Semana Santa, una oratoria salpicada de recuerdos y nombres propios (José Fernández Nieto, Agustín Montalvo, Pepa La Chupina, Miguel Fernández Calles...), de estampas hogareñas y olor a procesión.

Pero estuvo también sembrado de reflexiones sobre el devenir de la Pasión de Zamora, de la esencia que mantiene, el esplendor perdido y los cambios pendientes de asumir.

"Está claro que nuestra Semana Santa llega a donde está, gracias aquellas personas que supieron colaborar y compartir en torno a proyectos particulares y colectivos. Por desgracia. ¡Qué lejos estamos de aquellos ejemplos! Quizá la Semana Santa y sus responsables debieran echar la vista atrás y tomar nota para desbloquear ciertas cuestiones que a día de hoy son necesarias si queremos avanzar en lo que es claramente un vector diferencial de la "Marca Zamora", su Semana Santa", dijo el pregonero.

Cortoplacismo

Una Semana Santa "que está clamando a gritos una revisión acorde con el siglo XXI. Mantener y preservar su identidad sin miedo a la realización de planteamientos coherentes acordes con el cambio de era tan feroz que nos obliga a cambiar el paso cada día. Es necesario entender lo que está ocurriendo, si queremos tomar decisiones adecuadas dentro del ecosistema que nos ocupa. No nos podemos permitir ser cortoplacistas. ¿Existen amenazas? ¿Cómo veo la Semana Santa dentro de 25 años? Cuestiones como envejecimiento y despoblación, Iglesia, desafección y laicismo son solo algunos factores que deberían hacernos reflexionar".

Echó la vista atrás Julián Calvo: "en aquellos años, las Semanas Santas de Zamora, Valladolid, Cuenca, Málaga, Sevilla y Murcia fueron las primeras en ostentar la declaración de Interés Turístico Internacional, Un sello que a mi entender, 40 años después, se ha desprestigiado por muchas razones" que propuso analizar más a fondo en otro tipo de foros, como una mesa redonda.

Eso sí, "reivindico para la Semana Santa de Zamora el lugar que se merece. Ya que ha sido y es referencia y fuente inagotable de inspiración para otras semanas santas cercanas y no tan cercanas que vinieron a beber de nuestra realidad. Que no es otra que la sinceridad, la honestidad, el buen gusto y la humildad… Fue la primera en España, en levantar un museo específico, fue la primera en albergar el primer Congreso Internacional de Cofradías, allá por el año 87. Por entonces, Zamora ya colgaba el cartel de "aforo completo", mientras en otras capitales y municipios sus proyectos o no existían, o estaban en fase embrionaria".

Sede central

Por todo ello, "propongo a Zamora con su nuevo museo, como sede central de la Pasión en Castilla y León. Propongo trabajar sobre un proyecto que además del expositivo, contemple abrir un discurso en torno a la Semana Santa de manera global. Un proyecto que permita atraer talento en torno a los oficios artesanos y ser referencia mundial. Tejedores, ebanistas, carpinteros, orfebres, bordadores, zapateros, cereros. Quizá volver a recuperar la esencia gremial aprovechando la digitalización como una oportunidad y revitalizar Zamora y su casco antiguo, volviendo paradójicamente a sus orígenes medievales".

Y también aprovechó Domínguez para hacer una petición a la presidenta de la Junta pro Semana Santa, Isabel García Prieto, para que se mantenga la fecha del pregón de Zamora ante los planteamientos que hubo para adelantarlo una semana, lo que obligaría a su vez a variar el de la capital de España, con 71 ediciones "más dos que el COVID nos robó".

Y pidió "por una Iglesia que necesita dar un paso al frente y evolucionar. Una Iglesia que coja el arado con la misma sinceridad que mi gente, para construir un mañana mejor. Una Iglesia que se adapte a los tiempos igual que lo hace la sociedad".

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