Aparecen decenas de huesos humanos en el Museo de Semana Santa de Zamora

El desmontaje del forjado saca a la luz numerosos restos mezclados junto a la tierra

Uno de los múltiples huesos aparecidos en el solar del Museo de Semana Santa de Zamora

Uno de los múltiples huesos aparecidos en el solar del Museo de Semana Santa de Zamora / EMILIO FRAILE

Carlos Gil Andrés

Carlos Gil Andrés

Las obras del Museo de Semana Santa han dejado al descubierto decenas de restos óseos, entre los que se pueden identificar fémur humanos, sobre todo en la zona que da a la calle Motín de la Trucha. Las máquinas han levantado el forjado que servía de base al antiguo Museo, lo que permite apreciar perfectamente los huesos, cuya apariencia es humana.

Habrá que esperar al estudio de estos restos para saber si, además, estos restos pueden tener algún interés de tipo arqueológico. De hecho el proyecto del Museo de Semana Santa vino precedido de informes arqueológicos y se deberán llevar a cabo las oportunas catas para estudiar si hay vestigios de interés histórico o arqueológico. En principio se sospecha que estos restos podrían aparecer en la zona más próxima a la iglesia de Santa María La Nueva, mientras que a medida que se acerca a la Muralla el terreno parece más conformado por sucesivos rellenos.

Huesos en el solar del Museo de Semana Santa de Zamora

Huesos en el solar del Museo de Semana Santa de Zamora / EMILIO FRAILE

Qué se pueda encontrar o no es una incógnita. El proyecto aventura algo que se da por seguro: la aparición de enterramientos relacionados con la necrópolis de Santa María La Nueva.

La retirada de la solera de hormigón sobre la que se asienta el Museo actual se espera que deje al descubierto los terrenos compactados de la antigua huerta de Santa María La Nueva. Y muy cerca del suelo, de acuerdo a las excavaciones realizadas anteriormente en la iglesia y el número 6 de la plaza, podrían encontrarse inhumaciones de la necrópolis que se desarrolla a norte y este del templo e incluso se prevé que pueda hallarse un pozo atarjeas (canalizaciones de agua de ladrillo) vinculados a usos anteriores al Museo.

VÍDEO | Encuentran huesos en el solar del Museo de Semana Santa de Zamora tras su derribo

Zanja y vaciado

La apertura de una zanja en el solar de la Ronda de Santa María 9, de 26 metros de longitud, 1,5 metros de anchura y 2,5 metros de profundidad bajo cota 0 del proyecto podría afectar tanto a los restos más al norte de la posible necrópolis, como al potente nivel antrópico (en el que hubo actividad humana) documentado en las parcelas de la Ronda de Santa María la Nueva 9 y 11.

El último de los trabajos que plantea una potencial afección, indica el estudio arqueológico, es el vaciado de casi 1.500 metros cuadrados de las parcelas sur del proyecto (Plaza de Santa María la Nueva, 8 y Calle Orejones 16 y 18). La excavación alcanzará 6,48 metros bajo la cota 0 de proyecto (situada a 648,18 metros sobre el nivel del mar). Esta actuación es la que mayor incidencia tiene sobre el solar, tanto por su extensión como por su potencia.

Este vaciado alcanzará el sustrato natural de roca, y podría afectar a los más que probables restos conservados de la necrópolis al norte de la iglesia, y a estratos o estructuras de cronología previas a la instalación de la necrópolis en este sector de la ciudad. La recuperación de materiales cerámicos estructuras negativas de época altomedieval en las excavaciones en el interior de la iglesia de Santa María la Nueva, apoyan esta posibilidad, indica el estudio previo, realizado por Luis Hernández y Rosa Domínguez.

Doce catas determinarán si es necesaria una excavación completa

Una vez derribado el edificio del actual Museo y retirados los escombros se abrirán 12 catas arqueológicas de cuatro por cuatro metros (192 metros cuadrados en total) y se documentarán los restos que se encuentren. Una vez peritados, “si los resultados fueran positivos, se planeará la completa excavación en el espacio afectado por las obras. Si fueran negativos, será preceptiva la realización del control arqueológico de las remociones de tierra que se efectúen en el espacio”, indican.

En 1988 se excava en el solar de la Plaza de Santa María la Nueva 6, bajo la dirección de Hortensia Larrén y se identificaron cuatro inhumaciones, entre ellas dos tumbas de niños en fosa con lajas perimetrales. Unos hallazgos del siglo XIII que, dijo Larrén, “certifican la existencia de una necrópolis en el entorno de la iglesia”.

Otra excavación se acomete en 2011 y 2012 en la propia Iglesia de Santa María la Nueva y corrobora los datos de 1988. “Se excavaron más de un centenar de tumbas en el interior del templo”, desde el siglo X al XX. La fase más antigua (siglos X y XIII) “estaba configurada por 40 inhumaciones excavadas en el sustrato geológico y cubiertas de lajas”, dicen los autores del estudio. Se hizo una cata fuera de la iglesia, frente al Museo y se documentó otra tumba, lo que “pone de manifiesto la continuidad del cementerio exterior hacia la zona norte, probablemente extendiéndose por los antiguos jardines de la iglesia de Santa María la Nueva”. En la iglesia se identificaron dos estructuras y restos cerámicos de fase altomedieval (siglos VIII-IX) y fragmentos de cerámica.

Sin embargo, nada asegura que vayan a encontrarse restos. De hecho en la misma manzana del Museo, en la Ronda de Santa María la Nueva 11, se hicieron catas en 2017 para construir un edificio. Curiosamente, “no se apreciaron estructuras o estratos de interés arqueológico”.