Opinión | Zamoreando

Acierto pleno

Magnífica la puesta en escena del Santo Entierro en San Esteban, que no deja nada al albur

ZAMORA. PROCESION DEL SANTO ENTIERRO

ZAMORA. PROCESION DEL SANTO ENTIERRO / ANA BURRIEZA

Fue un acierto pleno de la Junta Directiva de la Real Cofradía del Santo Entierro de Zamora, presidida por Ricardo Alonso, la decisión de realizar el Sermón del Descendimiento en el interior de la Iglesia de San Esteban. Acto tan íntimo adquirió desde ese momento una dimensión extraordinaria que permitió a los "testigos" del momento vivir con más intensidad el dolor de la Madre que aguarda el Cuerpo del Hijo y seguir con más recogimiento si cabe cómo, poco a poco, primero los clavos, luego la corona de espina, el bendito Cuerpo abandona la cruz.

Mi gran momento, en la "no" Semana Santa de este año regada por la benéfica lluvia que la Pasión de Cristo nos trajo, a costa de no ver procesionar a buena parte de las cofradías, lo viví, gracias Ricardo, gracias José Luis, en ese hermoso templo que me impresionó merced a la magnífica puesta en escena en la que el Santo Entierro no deja nada al albur.

Ver salir los pasos de la Iglesia, comprobar de cerca el esfuerzo de los cargadores, me mantiene todavía emocionada y me hace recordar las palabras de Sara Pérez Tamames en el Pregón del Club de La Opinión, cuando recuerda: "Pero para amor, el que se entrega bajo los banzos, la fe dispuesta de faldillas para adentro. Qué orgullo nuestros cargadores, que portan sobre los hombros el alma de esta tierra, que sostienen el equilibro entre el cielo y el suelo, entre esos horizontes opuestos en los que se dispone la vida sobre las mesas". Vi ese amor en los ojos de Iñaki, cuando nos saludamos en un abrazo que me supo a gloria, segundos antes de que sintiera todo el peso del paso sobre sus hombros, que son hombros recios de buen zamorano.

La sede canónica de la cofradía es el mejor punto de partida, en ausencia del museo, de la Real Cofradía del Santo Entierro, y el único marco posible para desarrollar el Pregón del Descendimiento mientras el capellán de la cofradía va desgranando sus palabras. Por su carácter de Real Cofradía, por tratarse del Entierro oficial de Cristo en Zamora, esta procesión y su cofradía precisan toda la majestad que ni el frío ni la lluvia lograron arrebatarle este año de gracia.

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