Opinión | Identidades zamoranas

Puntos limpios. Puntos en paro

Algunos se han cerrado sin explicación o justificación alguna

Enseres abandonados en un punto limpio

Enseres abandonados en un punto limpio

Punto Limpio, solares, caminos rurales: El PP vuelve a la carga en Fuentesaúco ( La Opinión 8 de febrero 2024 ). Los puntos limpios son con frecuencia puntos de conflictos. No hace muchos años hubo una iniciativa laudable y beneficiosa, que se llevó a cabo en muchos lugares de la provincia, para dotar a los pueblos de los llamados puntos limpios con el fin de recoger enseres inservibles, trastos viejos, aceites, y otras cosas que estorbasen en las viviendas. De esa forma se evitaba que cada cual tirase donde lo viniera en gana lo que no quería. Colchones, camas, calderas, carritos, máquinas. De todo apareció. Hubo ciertas críticas ya que hubo quienes pensaron que algunos se habían hecho ricos, pues las estructuras resultaron ser costosas y aparatosas. Bajo el control de los ayuntamientos se abrían, controlaban y cerraban y funcionó.

De pronto nos encontramos con que los llamados puntos limpios se cerraron. Y como siempre sin explicación o justificación alguna. Un buen día quise liberarme de un viejo televisor. Informado por Google del punto limpio más cercano Recorrí los 25 kilómetros hasta Bermillo de Sayago. Allí en los terrenos donde tiene la sede Sayagua, empresa creo que pública que atiende los asuntos del agua para todo Sayago, red muy importante y que, aunque los usuarios se quejen, creo que no se paga el coste del suministro puesto que es una red muy extensa para facilitar ese bien tan necesario a la poca población que aún habita en esas tierras. Fiestas se celebran en abundancia en las que se podría explicar el funcionamiento de Sayagua, los escuchantes lo entenderían, comprenderían y se evitarían críticas. Y además gratis. Encontré la cancela abierta y seguí con el coche hasta los contendedores. Deposité lo que llevaba en su contenedor y procedí a salir. Pero no pude. La puerta estaba cerrada. Pedí que se me abriera y lo primero que escuché fue una bronca educada por entrar sin permiso ¿a quién pedirle? No había nadie, ni letrero alguno que me impidiera el acceso.

Con formalidad y teniendo enfrente a un funcionario inteligente y cortés hablamos. Él con sus razones y yo con las mías. Nos entendimos civilizamente, rellené el formulario, se me franqueó la puerta y pude salir. De nuestra conversación transcribo alguna sugerencia. Hablamos de que efectivamente los puntos limpios en los pueblos son para usarse. Inversiones desaprovechadas. Molestias y gastos cuantiosos para todos los que quieran, que son muchos, deshacerse de algo inservible. Viajes inútiles por carreteras, miles kilómetros, horas pérdidas, y dineros gastados sin necesidad. Y los puntos limpios, muy limpios, pero signos de una mala administración que se construyen para abandonarse en la infancia. Y otro peligro, que cansados los vecinos de la comarca y de otras, opten por volver a tirar sus trastos donde les resulte cómodo y sin gastos. Y de nuevo funcionarios de medios ambiente a limpiar y trabajar.

Encontré la cancela abierta y seguí con el coche hasta los contendedores. Deposité lo que llevaba en su contenedor y procedí a salir. Pero no pude. La puerta estaba cerrada. Pedí que se me abriera y lo primero que escuché fue una bronca educada por entrar sin permiso ¿a quién pedirle? No había nadie, ni letrero alguno que me impidiera el acceso

El funcionario de Sayagua, no siendo propiamente su trabajo, pues la empresa del agua tiene mucha tarea, importante y con poca gente, tiene que dedicar su tiempo a abrir y cerrar puertas, hacer papeles, vigilar para que cada cosa se deposite en su lugar. La falta de civismo lleva a no pocos a abandonar lo no querido en cualquier lugar dentro del espacio de Sayagua convirtiendo lo que tenía que estar lleno de flores y jardines y sus oficinas en lugar de trabajo relacionado con la buena administración de la compleja red, en un basurero. No en un punto limpio.

Y concluimos. Con la cantidad de gente en Zamora cobrando sin hacer nada un paro difícil de justificar ¿por qué no se ponen garitas en Sayagua de Bermillo y en otras partes para que anoten quién viene, abran y cierren puertas? Para eso sirve cualquiera. Y dejemos al titulado y a otros muchos que atiendan la oficina. Dicho queda y ya de regreso hablé con el concejal de urbanismo del ayuntamiento, el fontanero don Julio César Moralejo y me dijo que, conscientes del problema, está pensando la corporación en traer un contenedor y en un día señalado con poco dinero recoger lo que estorbe y evitar muchos desplazamientos del pueblo a Bermillo de Sayago con los consiguientes gastos, peligros en carreteras y pérdida de tiempo: Hay mucha tarea o jera como se dice en tierras de Zamora para hacer en todos nuestros pueblos, y que su belleza no quede ensombrecida por trastos viejos e inútiles abandonados en cunetas.

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