Opinión

Excusas para no pensar

CARTAS

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Cualquier tarea humana; para hacerla mínimamente con el rigor que requiera y conseguir cierto nivel de cumplimiento de sus objetivos, para bien propio y ajeno; requiere tiempo, esfuerzo, dedicación, conocimiento, motivación, afán de superación, eficacia, eficiencia, conciencia del por qué se realiza, para qué sirve, de su utilidad, de su razón de ser.

El ser humano es un animal que, como todos, le mueve el instinto en muchísimas de sus manifestaciones, de las relaciones con sus semejantes; no obstante, se le supone, que dispone de racionalidad, "conforme a la razón", para que ellas y las decisiones que conllevan, estén presididas por el buen hacer, por la consideración recíproca, para que, de ser así, la convivencia, y el bienestar subsiguiente para toda la sociedad, sean alcanzables para bien de todos.

La llave de siempre para lograr tales fines es alcanzar una óptima productividad en todo tipo de tareas; el trabajo entregado y concienzudo, lo que exige tiempo, aprendizaje amplio, profundo, actualizado y, sobre todo, educación, "instrucción, cortesía, urbanidad", que es la base, el fundamento, de una ciudadanía digna de tal nombre.

La reflexión personal, tan "cara", tan "positiva", tan escasa, es imprescindible para la adopción de actitudes encaminadas ha aportar a los semejantes todo el producto que, según los "talentos" de cada persona, se puedan, y deban, ofrecer a los demás, para contribuir, de esta manera, a la solución de sus problemas, de sus demandas, de sus necesidades, de sus deseos.

Se tiende a la aplicación de la "ley del mínimo esfuerzo", "habilidad de los seres humanos para destinar los mínimos recursos posibles a obtener un beneficio", por lo tanto, por ejemplo, a no pensar en relación con las obligaciones y compromisos profesionales, familiares, ciudadanos, legales, económicos, y de cualquiera otra naturaleza, pues la dedicación que requieren exigen concentración, entre otros requisitos, lo que pudiera conllevar "calenturas" mentales; no así, el fútbol, el politiqueo, el cotilleo, el copeo, el … . De ahí, las siempre presentes "excusas", "Motivo o pretexto que se invoca para eludir una obligación o disculpar una omisión", para no cumplir lo debido.

"Excusas para no pensar", de Eduard Punset, es un magnífico texto, como todos los suyos, en el que expone suculentas consideraciones al respecto; por lo tanto, de lectura, análisis y aplicación a la vida real para procurar cumplir debidamente las tareas, innumerables, que nos competen; "fórmulas que nos ayuden a ser más felices en un mundo mejor, pasando por las claves de nuestras emociones, la complejidad del cerebro la crisis económica y la incidencia de la política en el día a día de los ciudadanos. Hoy, más que nunca, no hay excusas para no pensar".

"Pienso, luego estorbo", Forges, y lema de los filósofos, "dixit".

La educación, la educación, siempre la educación.

Marcelino de Zamora

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