Zamoreando

Mérito indiscutible

Hay que dar las gracias a La Tijera, el suyo es el mérito indiscutible

Carmen Ferreras

Carmen Ferreras

Conservar nuestras tradiciones y costumbres es tarea de todos porque a todos nos concierne. Es lo nuestro, es parte de nuestro patrimonio. Somos los depositarios de aquellos que dejaron un importante legado como parte de las mejores tradiciones, las que no tienen fecha de caducidad, las que son universales.

Nunca agradeceremos bastante a La Tijera Teatro la proeza de haber conseguido a lo largo de 16 años, también durante la terrible pandemia, conservar, difundir, promocionar el importante legado de uno de los grandes de la literatura española, José Zorrilla. Hablar del vallisoletano es hacerlo de su obra cumbre "Don Juan" que ayer, hoy y mañana vuelve a visitar la escena del Teatro Principal de la mano de la compañía de actores que dirige Indalecio Álvarez Campano. Un elenco de grandes actores y actrices merced a los cuales los personajes zorrillescos del Tenorio cobran vida todos los años.

Hay que dar las gracias a La Tijera, el suyo es un mérito indiscutible, por no desfallecer, por llevar a cabo su cometido contra el viento del olvido y la marea de la incomprensión. Quiero reivindicar a esta gran compañía de teatro para la que no encuentro adjetivos, por rescatar de un injusto olvido la figura del mítico Don Juan y hacerlo a pulso, entregándose a la tarea, sin apenas ayuda, adquiriendo de su propio bolsillo todo aquello que la obra necesita para ser representada con dignidad.

Tanto dinero como se va en subvenciones absurdas, cuantas veces para mamarrachadas mientras, desgraciadamente, el Don Juan de La Tijera no tiene un fijo que le permita trabajar holgadamente sobre la figura del espadachín y pendenciero personaje al que no reivindico porque como Hamlet o como Fausto es un estereotipo universal. Es el Don Juan de Tirso, de Mozart, de Moliere, de Goldoni, de Byron, de Stendhal y del propio Gregorio Marañón, quien en 1940, publicó su libro "Don Juan", subtitulado "Ensayos sobre el origen de su leyenda".

Tan rebuscados como son los destinatarios de algunos importantes premios con vitola zamorana, cuando tienen a su alcance a La Tijera Teatro, cuyo nombre hay que pronunciar con las mayúsculas del respeto, el reconocimiento y la admiración que se merece su esfuerzo. Son muchos los días, y las semanas, y los meses que llevan trabajando para dar vida a un verosímil Don Juan, y a Ciutti, y a don Luis Mejía, y al Capitán Centellas, y a Brígida y a Doña Inés de Ulloa y con ellos a todos los personajes que conforman este drama romántico español. El más representado en la historia del teatro, a lo que ha contribuido en gran medida La Tijera Teatro.

Alejandro, Verónica, Álvaro, Dani, Higinio, Inda, Enrique, Beatriz, María José, Alba, Pepi, Cori, Sergio y con todos vosotros vuestros compañeros de la interminable ficha técnica, enhorabuena y gracias. Lo habéis vuelto a hacer, poner el letrero de ‘no hay entradas’ en la taquilla del Teatro Principal. Y así, a lo largo de 16 maravillosos años. Y sin apenas ayudas. Ya les vale a quienes pueden hacerlo y miran hacia otro lado o no lo ven relevante. ¡Por otros 16 años más!

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