Zamoreando

Depravados

Un especímen agredió sexualmente a su propia hija de pocos meses

Una niña abraza a su perro

Una niña abraza a su perro / LEVANTE-EMV

Carmen Ferreras

Carmen Ferreras

La atención de la Justicia, de la sociedad, de los medios de comunicación y de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, no sólo debe recaer de forma preferente sobre la violencia sexual que se ejerce contra mujeres. Esa atención debe estar repartida con la violencia sexual que se ejerce contra menores, ya sean niñas o niños. Y muy especialmente cuando los agresores son los progenitores que actúan con total impunidad y tienen a su alcance la más absoluta facilidad operativa delincuencial.

Hace tiempo escribí que dado el ritmo que llevan este tipo de agresiones, algún día los agredidos serían bebés de pocos meses.Lamentablemente no me equivoqué. Los episodios reales superan a cualquiera de los narrados por el Marqués de Sade en su conocida novela "Justine o los infortunios de la virtud". Al fin y al cabo en la obra de Sade, Justine era una adolescente que queda en orfandad tras el fallecimiento de sus padres en un accidente. Pero es que las víctimas de los nuevos infortunios ahora no llegan a la adolescencia. Las víctimas ahora son criaturitas de pocos meses que aún duermen en la cuna.

Tan execrables acciones sexuales deben recibir un castigo a la medida de semejante hecho. Los servicios sociales están en la obligación de vigilar, controlar y denunciar cualquier actuación que resulte sospechosa

Esta vez ha ocurrido en Madrid donde la Policía Nacional, al fin y al cabo ángeles custodios sin alas en la protección de los ciudadanos, han detenido a un varón, yo diría una mala bestia, un sádico, un desnaturalizado, un depravado que agredió sexualmente a su propia hija de pocos meses, con el agravante de que utilizaba diferentes redes sociales y servicios de mensajería instantánea tanto para descargar como para difundir estos contenidos. Mal lo del padre pero es que la madre de la menor, también arrestada, ofrecía a su hija para mantener relaciones sexuales. Se me ocurre llamar a esta individua de muchas maneras y todas mal sonantes.

Indudablemente, a semejantes especímenes no se les puede llamar padres. La paternidad y la maternidad son símbolos de amor. Hay mujeres que prostituyen el nombre de madre, sin duda la palabra más hermosa de cuantas existen. Mamá es la palabra más llena de significado. La primera que pronunciamos cuando arrancamos a hablar. Mamá es la que nos da la vida y no sólo en el momento de nacer, la madre, mamá, es pura entrega y generosidad y está dando su propia vida a lo largo de toda la nuestra y aún después de haberse ido porque siempre se queda, porque siempre está aún sin estar. No cabe en cabeza alguna que una madre llegue a hacer lo que esa desnaturalizada.

Tan execrables acciones sexuales deben recibir un castigo a la medida de semejante hecho. Los servicios sociales están en la obligación de vigilar, controlar y denunciar cualquier actuación que resulte sospechosa. Lo que haga falta, menos dejar impunes semejantes actos de violencia sexual sobre los menores.

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