Te deseo la mejor de las suertes

A Javier Gómez de Liaño: el tiempo siempre pone a cada uno en su sitio

JAVIER GOMEZ DE LIAÑO

JAVIER GOMEZ DE LIAÑO / JAVIER DE LA FUENTE

Manuel Antón

Manuel Antón

Hace unos días he tenido conocimiento de que la Audiencia Nacional, a instancias del Ministerio Fiscal ha abierto diligencias para investigar si, a finales de los años 90, Prisa pagó al entonces juez de la misma, Baltasar Garzón, una cantidad de dinero cercana a los 300 millones de pesetas, para que frenara el caso Sogecable (parece ser que hay personas que así lo han manifestado, e incluso alguna podría llegar a testificar al respecto).

Como puede que recuerden muchos de ustedes, en 1997, el entonces titular del Juzgado de Instrucción nº 1 de la Audiencia Nacional, el juez Javier Gómez de Liaño, procesaba a Sogecable -empresa propiedad del Grupo Prisa- por presunta apropiación indebida de una importante cantidad de dinero, 23.000 millones de pesetas, de las fianzas depositadas por los clientes de Canal Plus…

En aquel procesamiento, el juez Gómez de Liaño encausó a Jesús de Polanco y a Juan Luis Cebrián, presidente y consejero delegado de Prisa, llegándoles a imponer medidas cautelares -entre otras, la retirada de sus pasaportes- para evitar que pudieran salir del país; pero, tras ser recusado por el señor Cebrián y acusado de falta de imparcialidad, Gómez de Liaño fue apartado del caso, y en su lugar, quien era titular del Juzgado nº 5, el juez Garzón, asumió temporalmente las diligencias y terminó enfrentándose a su hasta entonces compañero, que finalmente fue condenado por prevaricación continuada e inhabilitado para ejercer la carrera judicial, durante 15 años.

Deseo que al bueno de Javier le vayan las cosas lo mejor posible, aunque solo sea para que aquellos horribles años que hubo de pasar, inhabilitado para el ejercicio de una profesión que amaba profundamente

Años más tarde, tras haber recurrido ante él, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo, en sentencia firme de 22 de julio de 2008, falló en favor del exjuez Gómez de Liaño y condenó a España al considerar que quien fuera juez instructor del “caso Sogecable” no fue juzgado por un tribunal independiente e imparcial.

No tengo ni idea de lo que podrá suceder, caso de que se llegue a demostrar que Baltasar Garzón recibió dinero de Prisa para que actuase contra su antiguo amigo y compañero; pero, conociendo como conocí a Javier Gómez de Liaño cuando vivía en Zamora -gran aficionado al tenis, por cierto- y habiendo sabido de él mientras ejerció de juez y magistrado, por haber sido compañero de un primo mío, también juez, y magistrado del Tribunal Supremo, que me habló siempre muy bien de él, solo espero y deseo que al bueno de Javier le vayan las cosas lo mejor posible, aunque solo sea para que aquellos horribles años que hubo de pasar, inhabilitado para el ejercicio de una profesión que amaba profundamente -me consta- por haber “osado” enfrentarse al poder establecido -tanto mediático como político y económico- queden para siempre en el olvido.

Y que, como siempre digo, “que Dios reparta suerte” y que, aunque tarde, sea el tiempo el que ponga a cada uno en su sitio.

Abrazo fuerte, Javier.

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