Zamoreando

Sencillamente miserable

Los católicos no podemos dejar pasar tantas afrentas e infamias

Portal de Belén

Portal de Belén / EMILIO FRAILE

Carmen Ferreras

Carmen Ferreras

A casi un par de semanas de la Navidad, la revista Mongolia, en su número de diciembre, dedica su portada a burlarse, en términos insultantes e inaceptables, de la Natividad del Señor que celebramos tantos y tantos millones de creyentes en todo el mundo. La fotografía del escarnio, la vergüenza y el agravio representa el Portal de Belén. En él se ve a San José, la Virgen María y, en lugar del Niño Jesús, el dibujo de un excremento acompañado de la frase: “Ha nacido el Hijo de Dios ¡Igualito al Padre!”.

Que ganas de molestar, de hacer daño gratuitamente. Estos de la bazofia española no son los del semanario satírico francés de izquierdas, Charlie Hebdo, irreverente, inconformista y muy crítico con el catolicismo, sí, pero también, en igual medida, con el islam y el judaísmo entre otras doctrinas. Esos no se ceban únicamente con los católicos, son más “plurales” por llamarlo de alguna manera. Sus viñetas, reportajes y chistes son creativos y cargados de humor, nunca caen en la cutrez en la que, constantemente, cae la revista que se edita en España y cuyo nombre no voy a repetir. No les voy a dar ese gusto.

Es verdad que no hay mayor desprecio que no hacer aprecio, sin embargo los católicos no podemos dejar pasar tantas afrentas, tantas infamias con las que intentan zaherirnos

Tampoco voy a caer en el insulto y en el ultraje como ellos, pero sí en el desprecio más absoluto. Estos son cobardes por naturaleza, son el “caganer” del belén nuestro de cada día, incapaces de echarle a la irreverencia lo que le echaron los redactores del semanario francés. Los de la revista española van a hacer daño por el mero hecho de hacerlo, sin gracia, sin estilo, sin humor, sin creatividad alguna porque son simple y llanamente unos miserables.

Es verdad que no hay mayor desprecio que no hacer aprecio, sin embargo los católicos no podemos dejar pasar tantas afrentas, tantas infamias con las que intentan zaherirnos. Jesús, la Virgen María y San José están muy por encima de estos badulaques que han hecho de la estupidez su santo y seña. Lo que tendrían que hacer es rectificar y pedir perdón a todos los cristianos, con permiso de la izquierda podemita que a eso le llama “libertad de expresión”, pero no se cague usted en la madre que parió a todos y cada uno de ellos, porque eso es una injuria punible.

Estoy hasta las narices de que insulten por insultar a Cristo y de que se burlen de nuestros sentimientos religiosos con raíz más profunda. La revista en cuestión es un panfleto indeseable, colaboradora de La Sexta y conocida por haber sido condenada judicialmente en varias ocasiones. Y que ahora venga Sánchez cambiando el Código Penal para ampararlos. Sencillamente miserable.

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