Opinión | Zamoreando

La Cruz de Mayo

El arraigo popular de la fiesta proviene de ciertas celebraciones de los romanos

España e Hispanoamérica se reparten, no en la misma proporción, la devoción a la fiesta de las Cruces, también llamada Cruz de Mayo. Celebración que tiene lugar cada 3 de mayo, fiesta de la Invención de la Santa Cruz, dentro del rito romano para celebrar el culto a la Cruz de Cristo y que parece tener su origen en el hallazgo por Santa Elena de la cruz donde murió Cristo. Lo cierto es que el arraigo popular de la fiesta proviene de ciertas celebraciones de los romanos. No es menos cierto que, actualmente, la liturgia cristiana ha eliminado esta fiesta de su calendario, quedando unificada con la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, que se celebra el 14 de septiembre, sin embargo, la tradición se impone y la costumbre se ha hecho ley.

En provincias como Burgos, Salamanca y Valladolid tiene una cierta raigambre, pero es, sobre todo en Andalucía, Valencia y Murcia donde las celebraciones son extraordinarias, de una belleza impresionante y de un gran significado, constituyendo una de las celebraciones más bonitas y coloristas del calendario festivo, donde mandan cruces y flores. Ignoro si en Zamora existe o se mantiene esta costumbre que las cofradías, también las de Semana Santa, podrían rescatar de un olvido injusto e inmerecido. Sería un atractivo más a añadir al cúmulo de celebraciones religiosas que se dan cita en Zamora.

En la sevillana Écija es la Hermandad del Resucitado quien tiene encomendada su celebración. En la localidad pacense de Feria goza de la consideración de Fiesta declarada de Interés Turístico Nacional. En Granada es una de las fiestas más bonitas de la provincia que se remonta al año 1625. Incluso en Hospitalet de Llobregat cuenta con la devoción de numerosos fieles. ¿Y Zamora? No podemos permitirnos perder ciertas costumbres y tradiciones por pequeñas que parezcan, que no es el caso. Fiestas en las que, además, se mezcla lo religioso y lo profano que pasa ineludiblemente por la gastronomía. Tengo para mí, que eso tiene que ser obra de todos. E igual que se rescatan del ostracismo del tiempo ciertas devociones marianas, intentar plantar la Cruz de Mayo en el corazón de los zamoranos.

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