El obispo de Astorga constata las deficiencias en las iglesias de los pueblos de Sanabria

El prelado amplía la visita a San Juan de la Cuesta, Ferreros, Paramio, Robleda, Cervantes y Valdespino

El obispo de la Diócesis de Astorga, Jesús Fernández González, reanudaba su visita pastoral a las parroquias de Ferreros, Paramio, Robleda, Cervantes, San Juan de la Cuesta y Valdespino.

La parroquia de San Clemente de Ferreros acogía a monseñor en esta nueva jornada pastoral con un acto religioso en el templo. Desde la Asociación Cultural y de Vecinos de San Clemente trasladaban las gestiones que han realizado ante el Obispado, desde 2019, para optar a la inclusión del templo en el convenio con la Diputación. La torre del campanario y la escalera preocupan por el alto riesgo de desprendimiento, humedades en el cabildo y en el templo.

El obispo fue receptivo a la preocupación vecinal. La parroquia de Paramio fue la siguiente parada donde el obispo destacó el cuidado del templo y también se mostró receptivo a las humedades, en uno de los templos con uno de los techos más espectaculares de la zona.

Ferreros y Valdespino aspiran al convenio para la reparación de sus templos

Ferreros y Valdespino aspiran al convenio para la reparación de sus templos / Araceli Saavedra

En Robleda se celebró la misa con una alta participación de vecinos, donde además de la liturgia, la parroquia cumplió una tradición, repartir todos los domingos pan bendito entre todos los asistentes, aunque en este caso fueron "turrujones". Las parroquias de Cervantes y San Juan de la Cuesta abrieron el recorrido de la tarde y finalizar en Valdespino.

Ferreros y Valdespino aspiran al convenio para la reparación de sus templos

Ferreros y Valdespino aspiran al convenio para la reparación de sus templos / Araceli Saavedra

El presidente de la Hermandad de Nuestra Señora de la Guía de Valdespino, Marcelino de Antona, entregaba un retrato trasladaba el lamentable estado del tejado del templo, los desprendimientos del campanario y las grietas de la torre que representa un problema para las viviendas colindantes y la calle.

La Hermandad se ha hecho cargo de todas las obras y mejoras, bien con aportaciones económicas y de prestación personal en trabajos de arreglo y reparación, pero el volumen de las obras supera la capacidad económica de la Hermandad y del pueblo. Se han solicitado a través de los párrocos la actuación del obispado, pero hasta ahora no han tenido respuesta.

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