Empleo rural a prueba de estigmas en Zamora

En 2023, la Fundación Intras consiguió formalizar 173 contratos de trabajo para personas con discapacidad o enfermedad mental, la demostración de cómo la inclusión en el mundo laboral puede cambiar vidas

Programa mixto de formación y empleo en Fundación Intras.

Programa mixto de formación y empleo en Fundación Intras. / J. L. F.

"Con esfuerzo todo se supera", para Miguel Ángel Palacios Pérez, una persona con discapacidad psíquica, este es el mejor consejo que puede enviar a todos aquellos que hayan encontrado, al igual que él, barreras de más en la vida, donde dice, el secreto del éxito es "la paciencia", una virtud con la que "todo se consigue": también el empleo.

Miguel Ángel charla animado con Argimiro Robles Juan y María Pérez Pérez –nombre ficticio bajo el que esta trabajadora prefiere ocultar su identidad–, algunos de los compañeros que conoció durante el programa mixto de formación y empleo que cursó en la Fundación Intras y que marcó un antes y un después en su vida laboral, y también, personal. Sentados en la misma aula donde recibieron aquella formación certificada, los tres compañeros recuerdan a Ana, la profesora que cada mañana los despertaba con música para empezar la jornada de estudio, un esfuerzo que ha tenido recompensa, ya que meses después, los tres forman parte del tejido laboral de la provincia, un territorio con especiales dificultades para la inclusión de estas personas que cada día plantan cara a los prejuicios.

Los tres compañeros comparten algunas de las anécdotas de aquellos días de estudio con Andrea Lettieri, responsable del Servicio de Apoyo al Empleo de Fundación Intras Zamora, y Julia Guerreira Ríos, coordinadora del equipo de prospección del Servicio de Apoyo al Empleo de Fundación Intras Zamora. Los dos responsables disfrutan de las historietas de Miguel Ángel, Argimiro y María, que más que simples relatos, son en realidad el testimonio más humano de una iniciativa innovadora que ha conseguido que estas personas con discapacidad o enfermedad mental encuentren una oportunidad en el mercado laboral ordinario, la vía hacia "un proyecto de vida", narra Lettieri sobre la importancia de la inclusión de este colectivo en el tejido productivo, una alternativa más que viable.

Para ello, desde la fundación ofrecen oportunidades "cada vez más lejanas al antiguo paradigma de empleo enfocado a las personas con discapacidad o enfermedad mental", con el objetivo de conseguir que estas personas "accedan a puestos de trabajo ordinarios en igualdad de condiciones". El antiguo modelo, todavía presente, derivaba sin otra opción posible a estas personas a los especialmente diseñados para ellos. Pero no tiene por qué ser así.

Desbloquear el sentido de utilidad

Gracias a la formación y el acompañamiento, Miguel Ángel, Argimiro y María se han convertido en tres trabajadores más de algunas de las empresas de Zamora que están ligada a Intras, como es el caso de Esla, bodega Díscolo y Samyl, algunos de los empleadores que participan en el programa y conocen de cerca las realidades de estas personas.

"Tenía problemas con los tóxicos, a partir de dos años para acá, lo he ido superando", continúa Miguel Ángel sobre cómo su historia cambió cuando consiguió un empleo estable. En la actualidad, él también es operario de limpieza en Ensuma, un Centro Especial de Empleo no lucrativo.

El mercado laboral de Zamora no solo pone barreras a las personas con discapacidad psíquica, sino también a aquellas con enfermedades de salud mental, una condición que no se observa a primera vista. "Estas personas pueden tener dificultades para gestionar las emociones", detallan los responsables de la fundación sobre un estado emocional que les puede hacer sentirse "incapaces de lidiar con el trabajo", con el riesgo último de abandonar el puesto laboral, opción que Intras se afana porque nunca llegue a suceder. "Estas personas vienen heredando un sistema de soporte económico", explica Lettieri sobre una red de apoyo que es difícil abandonar. Para dar el paso, lo más importante es que "necesitan desbloquear el sentido de utilidad".

El proceso para ello es más simple de lo que todo el mundo cree. "Hubo un caso en que la persona no quería trabajar a pesar de estar seleccionada para el puesto de trabajo porque tenía miedo a no poder cumplir", relata Lettieri sobre la "inseguridad" que controlaba la vida de esta persona. Además, había un segundo factor, "un compañero que le presionaba a trabajar más rápido". Fue por ello que esa persona sentía que no era capaz de cumplir con las expectativas: "Lo que hicimos fue reunirnos con él tres personas para tranquilizarle", explican desde Intras sobre cómo ellos intervienen "hasta donde la persona nos permite llegar". Apoyo, formación y comunicación son las claves del éxito.

María, una historia de superación

Bajo el ficticio nombre de María Pérez Pérez, esta trabajadora es otro ejemplo de que con ayuda, todo puede cambiar: "Yo siempre había tenido una vida normal, pero tuve unos problemas", relata con timidez esta mujer con una discapacidad psicosocial que gracias a Intras consiguió reincorporarse al mundo laboral tras ocho años de desempleo. "El padre de mis hijos nos abandonó" relata sobre cómo su historia empezó a torcerse con dos niños menores a cargo y una sensación que la lastraba: "Yo pensaba que no servía para nada, y al final, mira", dice mientras reivindica con orgullo su nueva vida, en la que trabaja como una operaria más de limpieza en Esla Formación, un destino al que llegó tras pasar por el programa mixto de formación y empleo: "Ese fue el comienzo de mi integración".

En casos como el de María relacionados con la salud mental, "hay menos acceso a oportunidades de empleo", explican los responsables del programa de empleo sobre una condición que puede conllevar dificultades puntuales en el desarrollo óptimo del trabajo, pero que cuando se detectan, Intras está ahí para aportar "un apoyo psicológico y laboral", continúan Lettieri y Guerreira sobre intervenciones que se realizan "con el permiso de la persona y de la empresa". Si la situación no consigue resolverse con el apoyo de una persona de Intras, "el recurso sanitario sería el último", resuelve Guerreira sobre la más remota de las opciones.

A pesar de todas estas barreras, el proyecto de inclusión de estas personas en el mercado laboral ha sido un éxito: En 2023, la provincia ha incorporado a 173 personas vinculadas a Intras, 50 de las cuales ya estaban trabajando y 120 han iniciado un nuevo contrato; de estos últimos, 75 han correspondido a contrataciones ordinarias, un modelo que "ha crecido un 300%", resalta Lettieri sobre las cifras respecto a 2022, cuando este programa logró 25 contratos ordinarios para personas con algún tipo de discapacidad.

Servicio de apoyo

Argimiro es la prueba de ello. Tras cursar el programa mixto de formación y empleo, entró a trabajar como parte del personal de limpieza de una empresa en Morales de Toro. Este trabajador con discapacidad psíquica reconoce que al inicio no fue fácil: "Me costaba, era mucho para mí". A pesar de estos problemas iniciales, la solución no tardó en llegar: "Intras envió a una persona que me ayudó a organizarme", relata el profesional que ahora acaba de incorporarse a un nuevo puesto en el Ministerio de Hacienda como operario de limpieza de Bedunde CEE, donde también ha recibido el apoyo de una persona de la fundación para ubicarse "entre tantas plantas", asegura sobre las imponentes oficinas del centro.

En ambos casos, una intervención de un día fue suficiente para que Argimiro adquiriera la rutina de trabajo, relatan Lettieri y Guerreira sobre un seguimiento sencillo que en muchas ocasiones consiste en visitas o reuniones para tranquilizar a los nuevos trabajadores o aclarar y explicar algunas funciones de sus empleos.

Este servicio de apoyo o "de ajuste", según explica Íñigo Martín, de Samyl Facility Services, es muy valorado por los empresarios que deciden incorporar a trabajadores con discapacidad o enfermedad mental a sus plantillas, relata este empresario, que destaca el apoyo continuo de la fundación para gestionar posibles dificultades: "Para las empresas no es fácil, a veces son introvertidos y no comunican lo que les pasa, no sabemos cómo actuar", explica sobre el apoyo que Intras brinda, de quienes dice, "realizan una labor muy grande".

Desde Esla también destacan el trabajo silencioso que desarrollan en Intras: "No solo es el apoyo que dan a la persona, sino también el que tenemos nosotros", explican Carmen Martín y Álvaro González. "Estamos encantados", cuentan sobre su experiencia con María, a quien su discapacidad psicosocial no le impide sacar adelante el trabajo: "Es una persona que con apoyo se adapta, lo hace fenomenal y tiene una personalidad que da mucha alegría", relatan ambos sobre su experiencia con esta empleada, y reflexionan: "El empleo es cuestión de oportunidades, hay que dárselas a todo el mundo".

Esta confianza en la labor de la fundación ha ayudado a que el 30% de la plantilla de Esla (15 personas) y el 10% de la plantilla de Samyl (30) esté formada por trabajadores con algún tipo de discapacidad o enfermedad mental: "Vamos a ir juntos de la mano, nosotros contratamos pero no sabemos gestionar un momento de crisis de estas personas", continúa el responsable de Samyl sobre unas cifras que existen gracias a la labor de la fundación. Gracias a los apoyos de Esla, Samyl, bodegas Díscolo y todas las empresas involucradas, Intras sigue trabajando para que "se pueda generar ese cambio" en el sistema, concluye Lettieri, y así conseguir que las personas con discapacidades puedan continuar rompiendo día a día el estigma que aún les persigue.

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