El Carnaval de Galende despierta tras 60 años

Villanueva de Valrojo cerraba las celebraciones del Antruejo con nuevas carreras y la aparición de los números cómicos que el domingo, por el mal tiempo, esperaron a mejor día. 

Los personajes del antruejo de Galende se despertaban de su letargo de seis décadas y volvían a salir este Martes de Carnaval a las calles del pueblo para asustar y en el mejor de los casos hacer sonreír a vecinos y visitantes. Un Martes de Carnaval donde El Puente festejó su fiesta local con el chocolate y un nuevo desfile de trajes, tras el recorrido del lunes con las peñas y comparsas.

Villanueva de Valrojo cerraba sus Carnavales con nuevas carreras y la aparición de los números cómicos que el domingo, por el mal tiempo, esperaron a mejor día. Puebla, Lubián Mombuey y Porto, entre otros han puesto la nota de color a este fin de semana largo de fiesta carnavalesca.

La asociación local de San Mamés con la colaboración de Cryosanabria revitalizaba en Galende el cuarteto de El Demonio, La Muerte, La Bruja y La Borracha en un desfile por las calles acompañados de música de gaita, tambor y flauta y los disfraces más modernos de los más pequeños.

El disfraz de la cultura agraria, como la de Sanabria, siempre se componía con los objetos más cercanos que proporcionaban la naturaleza y el entorno de las faenas. Escobas, buyacas, pieles de animales, guadaña y tornadera servían para el cometido, objetos que volvieron a salir al desfile. Cuernos de vacas y crines de caballo o bovinos servían para confeccionar el atuendo. No se desperdician ni las berzas para el caldo.

 Isabel Fernández, informante, y uno de los personajes más curiosos, La Borracha, señala que este papel era desempeñado por un hombre disfrazado de mujer, objeto de mofa y burla en el recorrido. Cada personaje salía de un punto del pueblo: del Barrio de Abajo, de la Llagona y la cuadra del Toro, sede actualmente de la asociación. Los curiosos recibieron “papas” en la cara, harina que se teñía de color para “marcar” el rostro.

El más veterano de los participantes, Iván Ballesteros, con 96 años también participó de estas fiestas de su niñez. Chocolate, bizcochos y dulces completaron el fin de fiesta en el salón de asociación.

En El Puente, el Carnaval declarado fiesta local, culminaba este martes, tras un desfile grande por las calles el lunes de Mercado. La vistosidad e imaginación de los trajes puso en evidencia que desde la fregona hasta los egipcios todo vale para enmascararse y divertirse si la peña de los ladrones no se lleva todos los atuendos.

Villanueva de Valrojo espera a la medianoche para recibir al Demonio y sus Secuaces tras cuatro días de fiesta tradicional. Los cencerros de los carnavales se entendieron perfectamente con los dálmatas y los Walies, aunque no faltó una crítica esquelética a la Agenda 2030, después de un domingo de papeles de Villarejo y compañía. 

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