El secreto de la "fortuna" del pueblo más rico de Zamora

La dehesa de Jesús Domínguez, hermano de Adolfo Domínguez y fundador de "Bimba y Lola", catapulta a Granja de Moreruela al primer puesto en el ranking de los municipios más ricos de Zamora

Vacas pastan en una dehesa del término municipal de Granja de Moreruela. | LOZ

Vacas pastan en una dehesa del término municipal de Granja de Moreruela. | LOZ / M. J. Cachazo

El desembarco hace 15 años en Granja de Moreruela del empresario gallego Jesús Domínguez, fundador de la marca "Bimba y Lola" y hermano del diseñador Adolfo Domínguez, ha catapultado al pueblo al primer puesto en el ranking de los más ricos de la provincia.

Granja de Moreruela custodia una de las joyas patrimoniales de la provincia, las ruinas del monasterio cisterciense de Santa María. Por su situación estratégica, también es punto de encuentro de peregrinos que se dirigen a Santiago de Compostela siguiendo la estela del Camino Sanabrés o enlazando, desde la Vía de la Plata, con el Francés.

Al margen de estos importantes recursos turísticos y de la actividad económica que mantiene gracias a una estación de servicio, un alojamiento de turismo rural, una planta de áridos o negocios relacionados con la alimentación y la hostelería, Granja de Moreruela es, según el Instituto Nacional de Estadística, el único pueblo zamorano que supera los 40.000 euros de renta disponible por hogar.

La solvencia económica que se atribuye a sus pocos más de 250 vecinos tiene su origen en una de las fortunas más importantes del país. La actividad de Dehesa de la Guadaña en Granja de Moreruela, dispara desde hace años los índices de riqueza del municipio hasta límites inalcanzables para la inmensa mayoría de zamoranos. Y es que los ingresos medios anuales por unidad familiar en la provincia, los más bajos de Castilla y León, se limitan a 26.846 euros, 13.291 menos que los atribuidos a los vecinos de Granja de Moreruela.

Desde sus orígenes, la finalidad de la finca fue proveer de alimentos al Monasterio, cuyos restos están enclavados en sus límites territoriales y, a lo largo de su historia, ha pasado por diferentes manos de influyentes políticos o de acaudalados empresarios hasta que, en 2008, fue adquirida por Jesús Domínguez.

Entre pastos y arbolado, la finca se extiende a lo largo de 680 hectáreas delimitadas por el río Esla y las ruinas del monasterio creando un pequeño ecosistema en el que conviven la ganadería extensiva, tanto bovina como ovina, con otras especies.

Cría selectiva

De la superficie total de la finca, 400 hectáreas se destinan a pastos y arbolado para el aprovechamiento y estudio científico de razas de bovino y ovino, mientras que 200 se reservan a la siembra de cereal y de forrajes, y un prado se extiende por otras 40. La principal actividad económica de la Dehesa de la Guadaña es la producción de ovino de leche y de vacas nodrizas.

El empresario gallego ha impulsado en tierras zamoranas un proyecto innovador de gestión y explotación sostenible, que proporciona materia prima de contrastada calidad e implementa un sistema productivo, que sirve además para garantizar recursos tan importantes como el agua, al margen de proteger la flora y la fauna salvaje o evitar la degradación del medio ambiente.

La Fundación Dehesa de la Guadaña, como detalla en su web, apoya el trabajo de la finca enclavada en Granja de Moreruela, cuyo principal objetivo es lograr el máximo aprovechamiento de los recursos propios para autoabastecer de alimento a sus animales de los que, mediante un procedimiento de cría selectiva, extrae un producto de reconocida calidad. De hecho, puede presumir de que es la primera explotación ganadera de carne en obtener el Certificado de Bienestar Animal Aenor.

Visitantes admiran los restos del monasterio en una jornada de puertas abiertas celebrada este año. | A. Burrieza

Visitantes admiran los restos del monasterio en una jornada de puertas abiertas celebrada este año. | A. Burrieza / M. J. Cachazo

Para garantizar la calidad final de sus productos, la finca ha elegido ganado de razas como la "parda de montaña", en el caso del vacuno, mientras que en ovino, la seleccionada es la "churra". Las cabezas de ganado, alrededor de 250 vacas y unas 1.400 ovejas adultas, pastan con plena libertad en un entorno natural privilegiado y reciben una alimentación de calidad en los cebaderos, mientras que su sanidad es supervisada por un servicio veterinario propio, que se complementa con la atención que reciben de los trabajadores de la finca.

Además, Dehesa de la Guadaña cuenta con unas instalaciones modernas conformadas por almacenes, silos para forrajes y piensos o cebaderos dotados con un sistema de limpieza y distribución de alimento, al margen de varias naves que cumplen la función de almacén.

Pocos años después de adquirir la dehesa zamorana, el reconocido empresario gallego impulsó la fundación de la compañía de alimentación gourmet "Petramora" que, desde el pasado mes de enero dirige una de sus hijas, María Domínguez. La marca "Labadía" ampara a los productos de la explotación y, al margen de carne selecta, la compañía se ha lanzado recientemente a la elaboración de queso con leche de las ovejas churras que pastan en la finca y que se produce de forma artesanal.

Desde 2012 "Petramora" distribuye sus productos vía online, pero recientemente ha dado un paso más en su estrategia comercial y ha abierto en Madrid su primera tienda física, en la que los paladares selectos pueden adquirir una amplia variedad de productos, de los que muchos tienen sabor zamorano, ya que se producen en Dehesa de la Guadaña.

Al margen de que la finca contribuye a identificar a Granja de Moreruela con alimentos de calidad, su actividad también repercute, en forma de pago de impuestos en el pueblo y, para sus habitantes, Domínguez, es un vecino más que ha realizado una valiente apuesta por potenciar la riqueza del pueblo más "adinerado" de Zamora.

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