De África a las iglesias de Aliste

Principius, de Tanzania, y Kizito, de Nigeria, inician su misión y labor evangelizadora en los pueblos del oeste de Zamora

Principius y Kizito, en el centro, ofician su primera misa en la iglesia de Santa Eulalia, en Valer de Aliste. | Chany Sebastián

Principius y Kizito, en el centro, ofician su primera misa en la iglesia de Santa Eulalia, en Valer de Aliste. | Chany Sebastián / Chany Sebastián

Los curas africanos Principius, de Tanzania, y Kizito Ezeaniekuse, de Nigeria, han iniciado esta misma semana su misión y labor evangelizadora en la Unidad de Acción Pastoral de Valer de Aliste (Flores, Domez de Alba, Puercas, Bercianos y Fradellos) dentro del Arciprestazgo de Aliste, a más de 5.500 kilómetros de la tierra que les vio nacer.

Cosas de la vida, fue Aliste una de las zonas de España que más misioneros y misioneras aportó a lo largo de los siglos XIX y XX en la expansión del cristianismo en los lugares más recónditos de África, América Latina, Asia y Oceanía. Una misión evangelizadora alistana que comenzaba varios siglos antes cuando varios frailes del Convento de la Orden Tercera de San Francisco de Alcañices acompañaron en su aventura de la conquista de América al ilustre alistano e hijo de los primero marqueses de Alcañices, Martín Enríquez de Almansa, cuarto virrey de la Nueva España entre 1568 y 1580 y sexto virrey del Perú desde 1581 hasta su fallecimiento en Lima en 1583.

Las primeras Eucaristías de Principius y Kizito tuvieron lugar en las parroquias de Santa Eulalia de Mérida, de Valer de Aliste, y San Pedro, de Gallegos del Río, donde estuvieron acompañados por el diácono Javier Prieto Prieto. Allí conocieron a sus nuevos monaguillos de Valer, Yago Rivera Fagúndez y Alejandra Rivera Rivera.

Kizito Ezeaniekuse, natural de Ichida, en Anambra (Nigeria), comenzó sus estudios en el Blessed Iwene Tansi Major Seminary el 7 de octubre de 2016. Se le conoce con el apodo de "Episco" y habla ingles y latín, y ademas ahora castellano. Una de las curiosidades está en la gastronomía, y es que a Kizito uno de los platos que más le ha gustado a su llegada a Zamora es precisamente un histórico preparado culinario originario de las tierras alistanas: el arroz a la zamorana.

Procede de la Archidiócesis de Onitsha, que es una de las más importantes y grandes de África, pues cuenta con alrededor de 130 seminaristas y donde anualmente se ordenan entre 10 y 15 sacerdotes. Su obispo Valerian Maduka Okeke le envió a tierras zamoranas "con la misión de evangelizar, porque la iglesia es universal, la iglesia de Zamora y todas las iglesias son una". La idea partió del cardenal y arzobispo emérito de Abuya, John Olorunfemi Onaiyekan, quien al visitar Zamora en 2022 mostró su deseo de tender puentes.

Los misioneros africanos Principius y Kizito en Valer. | Ch. S.

Los misioneros africanos Principius y Kizito en Valer. | Ch. S. / Chany Sebastián

Llegado a la Diócesis de Zamora, durante cinco años, hasta 2028, los fines de semana colaborará en labores pastorales que compaginará con su formación en la Universidad Pontifica de Salamanca, entre semana, junto a sus compañeros General Mary Okpala y Charles Anene, también de Nigeria. Lo mismo que su compañero de misiones Principius, de Tanzania

Residen y conviven con los sacerdotes zamoranos Florencio Gago, José Luis Miranda y Pedro Rosón, los cuales fueron curas en tierras alistanas, con lo cual les han hablado ampliamente sobre su nuevo destino en el caso concreto de los que van a Aliste.

Si los misioneros alistanos que salieron de su tierra con una mano delante y otra detrás fueron capaces de evangelizar medio mundo y romper la brecha de los idiomas, tampoco ello será impedimento para Principius y Kizito, que han venido recibiendo hasta tres horas de clase al día para hablar en castellano.

Los feligreses alistanos les han recibido con los brazos abiertos: "Se parecen a nosotros, humildes y buenos", abriendoles los corazones y las puertas de par en par.

Hasta ocho misas

El párroco, Teo Nieto Vicente, fue el más atareado el primer fin de semana de esta nueva etapa pastoral, celebrando hasta ocho misas: San Vicente de la Cabeza, Flores, Puercas y Mellanes el sábado y San Martín del Pedroso, Villarino Tras la Sierra, Sejas y Alcañices el domingo.

Muy atareados estuvieron también el sábado la monja Avelina en Santa Ana, Vivinera, Ribas y San Cristóbal; el diácono Javier Prieto Prieto en Latedo, San Mamed y Alcorcillo; y José Alberto Sutil en San Blas, Vega de Nuez y Moldones; y el domingo en su pueblo de origen, Fradellos.

Kizito y Principius, tras estrenarse en Valer de Aliste y Gallegos el sábado, ya el domingo estuvieron en Tola, Grisuela, Rabanales y Ufones.

Los celebrantes de la palabra se reafirman como parte imprescindible para mantener la celebración de los actos religiosos allí donde no llegan los curas. Digna de alabar y agradecer la labor de estos hombres y mujeres en los pueblos.

El párroco Teo Nieto Vicente pasa a ser el cura de la Unidad de Acción Pastoral de Valer, que integra a la parroquia de San Mamés de Bercianos de Aliste. Ello le convierte, según manda la tradición, en el nuevo capellán de la Hermandad Penitencial del “Santo Entierro” de Bercianos que preside actualmente Juan Lorenzo Blanco, la cual organiza la Semana Santa, donde destacan las procesiones de "La Carrera" de Jueves Santo y el Santo Entierro de Viernes Santo.

El Arciprestazgo de Aliste y Alba inicia esta nueva etapa pastoral con 84 parroquias y sólo siete sacerdotes (más un religioso) en activo para atender a un territorio con 8.327 habitantes.

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