Salto de Castro, el pueblo fantasma de Zamora que vuelve a estar a la venta

El poblado se vende ahora por 580.000 euros, casi el doble de su precio por el que se adquirió el año pasado por un empresario

A. A. / A. B.

Adiós al sueño de ver convertido el poblado de Salto de Castro en un complejo turístico. El pueblo "fantasma" de Zamora ubicado en los Arribes del Duero vuelve a estar a la venta, según el portal Idealista.

El empresario toledano Óscar Torres, CEO de Iniciativas FAOS, lo adquirió en 2022 por 300.000 euros y ahora lo vende por casi el doble, 580.000 euros. El portal inmobiliario explica que el comprador ha desistido del proyecto por "problemas personales", aunque el pueblo abandonado ya tiene nuevos pretendientes de Arabia Saudí y de Miami. "Además, el consultor explica que en su día llegaron a recibir ofertas de hasta 600.000 euros, por lo que el aumento de precio es más que lógico", según las declaraciones recogidas en Idealista.

Interior de la iglesia del poblado de Castro

Interior de la iglesia del poblado de Castro / LOZ

Salto de Castro cuenta con 44 viviendas, bar, iglesia, escuela, una hospedería con capacidad para 14 habitaciones, un antiguo cuartel de la Guardia Civil, una piscina y zonas deportivas. La población se construyó durante la década de 1940 para albergar a los trabajadores que construyeron la presa de Salto de Castro y a sus familias.

Vista del Salto de Castro donde está previsto impulsar un proyecto de turismo en torno al río. | Ch. S.

Vista del Salto de Castro en lo alto de la presa / Chany Sebastián

Así era la empresa que la compró en 2022

 Iniciativas FAOS era la empresa que el pasado año adquirió el pueblo. Una compañía con una larga experiencia que ha participado en la rehabilitación de edificios históricos de la ciudad de Toledo.

Entre los edificios más emblemáticos en los que ha intervenido Iniciativas FAOS destacaban el Palacio de Lorenzana, del siglo XVIII; el Monasterio de San Juan de los Reyes, del siglo XV; o la Real Fábrica de Armas, del siglo XVIII, una de las sedes de la Universidad de Castilla-La Mancha. También recuperaron las yeserías de la iglesia toledana de San Ildefonso.

Además, esta compañía también diseña y ejecuta proyectos en colaboración con empresas del sector industrial, de la hostelería y del sector hotelero. En este último capítulo, Iniciativas FAOS había llevado a cabo la reforma integral del Hotel Conde Duque, en pleno centro de Madrid, y trabajan habitualmente con el grupo Ferrer Hoteles, con el que se ha firmado un contrato de mantenimiento integral del Hotel Skyline de Menorca, así como la construcción de dos nuevos hoteles en Toledo.

Estado ruinoso de uno de los edificios del poblado  del Salto de Castro.

Estado ruinoso de uno de los edificios del poblado del Salto de Castro. / Loz

Historia del Salto de Castro

El poblado fue construido a partir de los años 40 del siglo XX por Iberduero (empresa antecesora de Iberdrola) para albergar a los trabajadores que construyeron la presa y a sus familias. Incluía una iglesia y su propio puesto de la Guardia Civil. También estaba dotado de una escuela, una hospedería para visitantes y un garaje para el coche de línea.

En 1952 se terminó la construcción de la presa, pero el poblado siguió habitado por los empleados de Iberduero, que en los años 70 llevaron a cabo la ampliación de la central hidroeléctrica.

A partir de la década de los 80, con la automatización de la central hidroeléctrica, los edificios del poblado se fueron abandonado paulatinamente. En 1989 se cerró el último. Han pasado 33 años y todas las construcciones se han ido degradando poco a poco.

El poblado, aunque abandonado, se encuentra en plena Reserva de la Bioesfera “Meseta Ibérica”, pegado a Portugal (la frontera se ubica junto a la presa), y a un paso de la Sierra de la Culebra, por lo que rehabilitado y bien gestionado podría tener un gran potencial turístico.