La batalla de un pueblo de Zamora por la continuidad de su tienda

Una concentración espontánea en Guarrate visibiliza la preocupación por la pérdida de servicios básicos rurales, especialmente gravosa para las personas mayores

Concentración de los vecinos de Guarrate en defensa de la tienda de Almudena, cuya continuidad corre peligro. | P. G.

Concentración de los vecinos de Guarrate en defensa de la tienda de Almudena, cuya continuidad corre peligro. | P. G. / Irene Gómez

Esta es la historia de un pueblo que pelea por la supervivencia de la tienda. En realidad, es una historia más de resistencia, una defensa de los servicios en un mundo rural cada vez más vulnerable. Nadie quiere ver el cartel de "cerrado" en el pequeño autoservicio de Almudena. Desde que corrió el rumor de que la tienda de Guarrate corría peligro, la inquietud es patente entre unos vecinos que se resisten a perder uno de sus servicios fundamentales.

La tienda de Almudena garantiza el abastecimiento de pan, frutas o verduras a la puerta de casa. Y eso es un valor en pueblos habitados por muchas personas mayores carentes de medio de transporte. En verano todo es más fácil. Las casas se llenan y no costaría nada acercarse a Fuentesaúco, La Bóveda o Zamora para llenar la despensa. Pero cuando llega el invierno y se quedan los vecinos de los 365 días al año, surgen las debilidades y también los temores de unos pueblos cada vez más amenazados por la desaparición de servicios de cercanía.

Guarrate no está dispuesto a perder su tienda, por eso ha levantado la voz en una espontánea concentración que ha reunido a más de un centenar de vecinos reclamando soluciones para que el pequeño autoservicio pueda seguir funcionando y prestando una función fundamental a este pueblo de la comarca de La Guareña.

La concentración y la lectura de un manifiesto a las puertas de Ayuntamiento "en defensa de la tienda" es un SOS para que "los organismos competentes eviten el desastre" comenta un vecino.

Un acto con el que el vecindario y sus familias, que este agosto llenan las casas, más allá de reivindicar su pequeño comercio, hacen visible su preocupación "por la situación de los servicios básicos en las zonas rurales, que son esenciales para la calidad de vida de las personas que viven allí, especialmente las más vulnerables como los ancianos o los que no tienen vehículo propio".

Advierten los guarrateños que la falta de servicios como "la educación, la salud, el transporte, los bancos o la comunicación obliga a muchos ciudadanos a abandonar sus lugares de origen en busca de mejores oportunidades". Este fenómeno provoca el bien conocido "vaciamiento demográfico de las zonas rurales y la desaparición de su identidad cultural y sus tradiciones. Es necesario garantizar el acceso a estos servicios para evitar la exclusión social y el deterioro del medio rural" han expresado los vecinos en su defensa de la tienda, un grito contra el desmantelamiento de los pueblos.

En Guarrate, uno de estos servicios es el de la alimentación, solo cubierto con el pequeño colmado que ofrece productos de primera necesidad. "Es un recurso vital día a día para la comunidad y también lo fue, de manera muy destacada, durante la pandemia. Permite que nuestros mayores puedan abastecerse sin tener que desplazarse a otros lugares o no tener que depender de favores de otros vecinos que les traigan la compra".

"¿Qué pasará en noviembre?"

Con sus aproximadamente 330 habitantes viviendo todo el año, Guarrate cuenta con la tienda –de momento, aunque su continuidad está en el aire–, carnicería y bar. Servicios cada vez más preciados en un medio rural afectado por la sangría de la despoblación. La actividad agrícola y ganadera ha sido capaz de mantener a familias jóvenes dedicadas al sector primario, y con ello asegurar la continuidad de la escuela.

Un conjunto de prestaciones que ayudan a mantener vivo al pueblo y, lo más importante, garantizan la atención a las personas mayores. "En verano todo se ve más fácil, pero cuando llegue noviembre muchas personas mayores se quedan solas y qué pasa si no tienen dónde comprar la fruta y los productos básicos de alimentación" reflexiona un vecino.

Ese pequeño gran tesorillo puede perderse, ya que El Badulake (que así se llama el establecimiento) tiene que ser trasladado a otro local o cerrarlo definitivamente. "Dejando al margen temas personales o familiares, queremos mostrarle todos los presentes el apoyo y agradecimiento a Almudena por su labor al frente del comercio local, y al mismo tiempo solicitar a los organismos competentes que faciliten el traslado o la reapertura de la tienda en otra ubicación cercana y agilicen los trámites, para que no se pierda este servicio tan necesario para Guarrate y sus habitantes".

Suscríbete para seguir leyendo