Memoria histórica de los Cencerrones

Abejera de Tábara, localidad perteneciente al municipio de Riofrío de Aliste, ha presentado la «Memoria histórica de los Cencerrones», una mascarada de invierno que desde tiempo inmemorial forma parte de los aconteceres diarios del siempre acogedor pueblo situado entre las sierras de Sesnández y Valer.

Los actos dieron comienzo con una exposición de los trajes y personajes donde se podía vislumbrar la magia que desprenden cada día de Año Nuevo. Ancestrales, artesanales y simbólicos para recordar tiempos pasados donde han ido dando lugar a emociones personales y comunitarias, a historias interminables vividas por los moradores de Abejera desde la más tierna infancia hasta la ancianidad.

Otra alternativa fue la de de poder interactuar con Los Cencerrones, una manera de acercar a los más pequeños a nuestra cultura y tradiciones. Uno de los objetivos es buscar y encontrar el recambio generacional para garantizar su supervivencia a corto, medio y largo plazo.

Esa supervivencia, en una mascarada antaño propia de hombres, ha pasado en los últimos tiempos por incorporar a las mujeres. Son ahora los niños y adolescentes, ya sean residentes o hijos de emigrados, los que se han comprometido con sus padres y abuelos a seguir cultivando la tradición.

La presentación de «Memoria histórica de los Cencerrones» contó con la presencia de Javier Faúndez Domínguez, presidente de la Diputación de Zamora; Víctor López de la Parte, diputado de Educación, Cultura y Turismo; Germán Matellán Fernández, alcalde de Riofrío y Ángel Andrés Ferreras, alcalde pedáneo de Abejera. Además, Antonio Piza Pinelo, presidente de la Academia de la Máscara de Portuga, Jesús María Prada y el periodista Javier Pérez Andrés.

El documental destaca «la conservación de la tradición hasta nuestros días y la importancia de nuestra mascarada en la vida del pueblo». Una cosa parece evidente en Abejera, los mayores van pasando el testigo y los jóvenes lo reciben aceptando el reto de que nada mejor para afrontar el futuro que no olvidarse de los orígenes ni, obviamente, de las enseñanzas de los ancestros.

Diabluras veraniegas a orillas del río Aliste

«Las tradiciones populares son parte imprescindible de la memoria y de la historia de nuestros pueblos y de nuestros antepasados y por ello todos debemos contribuir a su preservación y a que no se pierdan», aseveraba Javier Faúndez Domínguez.

El Ayuntamiento de Riofrío está comprometido en la tramitación de la declaración de Fiesta de Interés Turístico Nacional para los Carochos de Riofrío y de Interés Turístico Regional para los Cencerrones de Abejera y para los Diablos de Sarracín de Aliste.

La asociación cultural El Castro, presidida por Oscar Río Río, ha sido la encargada de organizar el verano cultural de Abejera que se abría el pasado 13 de agosto y se cerrará mañana con una convidada popular donde los vecinos y emigrantes serán agasajados con una cena de hermandad y convivencia.

Homenaje a los mayores

Destaca el homenaje a los mayores, y entre ellos a la pareja más longeva, Tomasa Folgado Vara y Juan Antón Río, «por su legado de compromisos, respeto y cariño mutuo que perdurará en el corazón de todos nosotros. En Honor a su inolvidable historia juntos y en reconocimiento a su extraordinara vida y su eterno amor». También a Lourdes, que cerro el bar del pueblo al jubilarse tras muchos años de servicio.

En la jornada de ayer, viernes, sobresalía la magnífica muestra de folclore a cargo del grupo Doña Urraca de Zamora, que agradó y mucho a la concurrencia: los mayores recordando tiempos pasados y los niños y jóvenes aprendiendo a conocer y disfrutar un poco más de algo que formó parte de la vida de sus padres, abuelos y bisabuelos.

La Diputación destina 55.000 euros a estas tradiciones ibéricas

La Diputación de Zamora, a través del Patronato de Turismo, ha resuelto la convocatoria de este año dirigida a ayudar a los pueblos que se esfuerzan en mantener vivas las ancestrales mascaradas de invierno y de verano a pesar de los inconvenientes que para ello está generando la despoblación rural ante la falta de mozos y mozas. Hay mascaradas como los Carochos de Riofrío que cuentan con once personajes diferentes.

El elemento imprescindible en tu mesilla si eres un verdadero amante de los antruejos de Zamora

En esta ocasión el Patronato Provincial de Turismo de Zamora, que tiene como máximo responsable a Victor López de la Parte, ha concedido a varias asociaciones 25.000 euros en ayudas destinadas a promover la recuperación, mantenimiento y promoción de las mascaradas de invierno y verano. Algunas de ellas han optado por renovar la indumentaria y enseres utilizados en las representaciones, otras por participar en desfiles en España y Portugal y algunas por documentales y estudios históricos. Los beneficiarios fueron la Obisparra de Pobladura de Aliste (4.351 euros), el Tafarrón y la Madama de Pozuelo de Tábara (3.000), el Atenazador de San Vicente de la Cabeza (2.800) y los Cencerrones de Abejera de Tábara (1.600) y los Zamarrones de Villarino tras la Sierra –que lo emplearon en elaborar nuevos trajes–, el Antruejo de Almendra del Pan (1.170 euros), los Antruejos de Villanueva de Valrojo (1.800), el Zangarrón de Sanzoles (3.000) y El Toro de Morales de Valverde (4.351 euros).

A ello hay que sumar una ayuda de 30.000 euros para la Federación Provincial de Mascaradas de Zamora, que aglutina a la práctica totalidad de las mascaradas y está presidida por José Javier Sánchez Hernández, de Sanzoles del Vino. La entidad que tiene como objetivo aunar esfuerzos y que todos los pueblos con mascaradas trabajen en una misma dirección.

Las mascaradas de Castilla y León están declaradas en su conjunto Bien de Interés Cultural. A nivel individual los Carochos de Riofrío fueron los primeros en ser declarados en 2002 Fiesta de Interés Turístico Regional de Castilla y León, distintivo al que luego se hizo merecedor también el Zangarrón de Sanzoles, más tarde esta mascarada de la Tierra del Vino fue también declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional.

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