Alcañices rinde tributo a sus mayores de 90 años

La Villa de Alcañices ha puesto en marcha la iniciativa de reconocimiento institucional “Testigos del Pasado: Sabiduría del Presente” que, a partir de ahora, cada año, coincidiendo con las fiestas patronales en honor a Nuestra Señora la Virgen de la Asunción y San Roque tendrán como objetivo rendir homenaje a todas las personas mayores residentes en el municipio.

La organización ha corrido a cargo del Ayuntamiento de Alcañices, cuya Corporación Municipal preside el alcalde David Carrión Gallardo, baja la dirección y coordinación de la concejal de Asuntos Sociales, María Fernanda Fernández Castaño.

En esta ocasión se rindió un emotivo y merecido homenaje concejal a los mayores de noventa años. A cada uno de ellos se le hizo entregó de una medalla conmemorativa personalizado con su nombre y el lema “Testigo de Pasado: Sabiduría del Presente” junto con el Ayuntamiento de Alcañices.

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Fernanda Fernández Castaño fue la encargada de dedicarles unas palabras: “Desde el Ayuntamiento de Alcañices quiero agradecer vuestra presencia hoy aquí, en especial a todos los homenajeados, a los que se encuentran presentes, pero también a los que por motivos personales no han podido asistir. Vosotros ya sois parte de la historia del municipio, representáis no sólo el pasado, formáis parte de nuestro presente y con vosotros debemos contar para construir el futuro”.

El Ayuntamiento de Alcañices presentó un magnífico y emotivo documental realizado por el alcañizano Daniel Ferreira Fernández donde se muestra “La vida, vuestra vida, con el pasado y con el presente. Porque una imagen vale más que mil palabras”.

Los homenajeados

Entre los homenajeados la mayoría fueron mujeres: Adela Rego Carbajo, Ascensión Peña Mateos, Carmen Castaño Fernández, Encarnación Rodríguez Sánchez, Esperanza Martín Rodríguez, Filisbina Pérez Vicente, Florencia Fernández Turiel, Francisca García Rafael, Josefa Caballero Blanco, Victoria Gallego, Julia Miguez Martín, Lorenza Gago Fagúndez, María Pérez Alonso, María Teresa Rodríguez Pérez, Marina Barrera Santiago, Paula Casado Gago y Socorro Ramos Píriz. Los nonagenarios varones a los que se homenajeó fueron: Antonio Martínez Ramos, Juan Manjón, Luis García Rafael, Manuel Codesal, Narciso Baladrón Mata, Tomás Pérez Carricajo, Tomas Río Villar y Tomas Santiago Gallego.

Entre los homenajeados estuvieron dos mujeres muy conocidas en la Villa, Angela Sánchez Campa (21 de agosto de 1923), una gallega que llegó con diez años a Alcañices y regentó el mítico Bar Central y María Teresa Rodríguez Pérez una monja que lleva en Alcañices desde la apertura de la Residencia de la Tercera Edad “Virgen de la Salud” de Cáritas que atienden las monjas del Amor de Dios.

Este año, al ser el primero, van surgiendo pequeñas cosas que se irán corrigiendo y mejorando en años sucesivos. Como base se ha tomado los datos del padrón del Ayuntamiento de Alcañices. Ya con vistas a 2024 se incluirán a todas aquellas personas nacidas en el municipio o durante tiempo relacionadas con él se encuentran en su ancianidad viviendo fuera. Por ejemplo, hay jubilados de otros pueblos empadronados en Alcañices y otros alcañizanos en otros municipios. Suele suceder cuando estas personas llevan residiendo ya muchos años en una residencia de la tercera edad.

El “Abuelo de Alcañices”

El municipio de Alcañices que hoy cuenta con 1.024 empadronados (535 varones y 489 mujeres) alcanzó su mayor nivel poblacional en 1950 con 1.709 vecinos residentes. De sus moradores 340 son personas de la tercera edad (mayores de 65 años) un sector donde son más longevas las mujeres que los hombres. ahora mismo superan los los ochenta años 133 personas (77 mujeres y 66 barones). Ya sesentero y camino de la jubilación van 85 alcañizanos. 

Cristina Aguiar Fuentes, alguacila de la Villa será la encargada de dar mañana el pregón tradicional. Por la tarde a las 17.30 horas desfile de las peñas desde la Plaza Mayor hasta la Plaza de Toros con Manteos y Monteras. A las 18.15 horas corrida de rejones hispanolusa con los rejoneadores Oscar Borjas de Burgos (España) y Paolo Jorge Santos de Villafranca de Xira (Portugal) con picados de los portugueses “Forcados Amadores de Tomar. Por la noche (21 horas) actuará el grupo “Los Desgraciaus” y la verbena popular estará amenizada por Malibú Show.

Manuel Gago

Manuel Gago Rodríguez, residente ahora en Trabazos, más conocido cariñosamente como “Melujo” es el “Abuelo de Alcañices” camino de los 106 años. Nació en la Villa un ya muy lejano día 11 de septiembre de 1917. Una larga y azarosa vida que han convertido al señor Manuel en una enciclopedia viva de la historia de “La Raya” pues ha sido él testigo, juez y parte de los aconteceres durante la Segunda República, la Dictadura de Franco, la democracia y los reinados de Alfonso XIII, Juan Carlos I y Felipe VI a este lado de la frontera y de la dictadura de Salazar, la Revolución de los Claveles y la República Portuguesa.

Nadie como Manuel Gago puede hablar con razón causal y casual de las bondades y sacrificios de la vida. Llegó al mundo para crecer durante la “Gripe Española” de 1918 y sobrevivió en unos tiempos donde los nacimientos y la mortandad infantil eran compañeras de viaje. No fue a la escuela hasta los seis años (1923) “para defenderme mejor en la vida” y se conformaba él con saber cuándo menos leer y escribir, sumar, restar, multiplicar y dividir. Ocho años de lecciones de don Emeterio donde Manolito aprendía lo que podía. No era fácil pues tenía que alternar las clases en la calle Pérez Marrón con su primer oficio de cabrero por el Monte de Sahú y el Alto la Quinta.

Llego el 18 de julio de 1936 y Melujo, con 18 años, era carne de cañón: fue incorporado a filas sin haber tenido en sus manos nunca un fusil. Tres años estuvo en el frente por Cáceres y Teruel. Sobrevivió.

En 1945, con 28 años se casó con Dolores Gago García, el gran amor de su vida, creando una familia que tuvo cuatro hijos. Con 43 años, en 1960, la vida le asentaba un duro golpe al fallecer su amada esposa. Su gran debilidad son sus cinco nietos y sus tres biznietos. Manuel Gago Rodríguez es la esencia pura de la sencillez y humanidad, buena gente: así es el “Abuelo de Aliste”.

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