Una bandada de buitres impacta contra un vehículo en plena N-631 en Zamora

Hasta tres aves chocaron contra el coche, una en lateral, otra sobre el techo y una tercera en el capó del vehículo

Uno de los buitres que colisionó contra el coche en la N-631

Uno de los buitres que colisionó contra el coche en la N-631 / Araceli Saavedra

Una conductora de Mombuey sufría un accidente la tarde del miércoles cuando una bandada de buitres chocaba contra el vehículo al remontar el vuelo. El suceso se produjo poco antes de las siete de la tarde, cuando esta vecina de la localidad cercana de Mombuey circulaba por la carretera Nacional 631, a la altura del término de Otero de Bodas, sobre el kilómetro 45,300 de la citada vía.

Uno de los buitres, muerto al pie de la carretera. | A. S.

Uno de los buitres, muerto al pie de la carretera. | A. S. / Araceli Saavedra

La mujer se dirigía a Mombuey cuando la bandada se levantó por su lado derecho y varias aves choraron contra el coche, como relató a los agentes de la patrulla de Mombuey que se desplazaron hasta el lugar del accidente.

Hasta tres aves chocaron contra el coche, una lateral, otra sobre el techo y una tercera en el capó del vehículo. Esta tercera ave fue la que murió como consecuencia del impacto y la que causó daños significativos en el capó y el radiador del coche. La conductora fue auxiliada por los ocupantes de otro vehículo para retirar el coche accidentado hasta un lugar que no obstaculizara el tráfico.

Abolladura en el coche provocada por uno de los buitres de la bandada. | A. S.

Abolladura en el coche provocada por uno de los buitres de la bandada. | A. S. / Araceli Saavedra

"Es que ni me lo creo" comentaba a los agentes y reconocía que siempre circula despacio por los animales, pero sin imaginar que el peligro llegaría por un buitre. No son frecuentes los accidentes con buitres en esta parte de la provincia, son más frecuentes los casos con ciervos, jabalíes y corzos. La primera impresión que tuvo fue que se trataba de una avutarda por la envergadura del ave y porque ni se imaginaba que fuera un buitre.

La conductora se lamentaba de los daños al coche más por apego que por valor económico "es que me lo dejó mi tío" y preguntaba a los agentes si tendría arreglo. Los guardias daban ánimos a la mujer mientras realizaban las fotos para el atestado y pedían la documentación del vehículo.

La casualidad del destino que explica la presencia de los buitres en la zona

La afectada avisó a una persona para que fuera a recogerla al quedar momentáneamente inutilizado su coche. Y por esas casualidades de la vida, el conductor que fue a buscarla había chocado con una cierva esa misma mañana en la misma zona, y el animal había huido.

Huido pero herido hasta que a unos cientos de metros de distancia de la carretera, el cérvido cayó y lo buitres vinieron a darse el festín. Hechos que se narraban ante los agentes habituados a los accidentes.

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