El Atenazador viaja Cantabria y Navarra

Los "Diablos con Tenazas" de San Vicente de la Cabeza cautivan con sus rituales en el Valle de Liébana y en las Merindades de Pamplona

Durante el desfile en Piasca. | Chany Sebastián

Durante el desfile en Piasca. | Chany Sebastián / Chany Sebastián

El ancestral "Atenazador" de San Vicente de la Cabeza conquistó el sábado con sus rituales, diabluras y travesuras, los corazones de los amantes del carnaval en Cantabria y Navarra convirtiéndose por méritos propios en la mascarada más viajera de la provincia de Zamora.

Sus vecinos, hombres y mujeres, jóvenes y mayores, se desplazaron por su cuenta, cientos de kilómetros, para cultivar sus tradiciones en tierras del Norte.

En Cantabria los carnavales se iniciaron a las 11 horas con la recepción de autoridades y de los participantes; Androido en la Paré de Piasca (anfitriones), "Caretos" de Parada en Portugal y el "Atenazador" de San Vicente de la Cabeza (Zamora), junto a Aula de Cultura Tradicional del Valle del Canaleño y la Cofradía del Aguardiente de Orujo y del Vino de Liébana. La primera carrera tuvo lugar entre los "Praos de los Llanos" hasta la iglesia de Santa María la Real.

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Imagen / Ch. S.

Pascual Crespo Vaquero e Iván Fernández Ferrero fueron los encargados de darle vida a los atenazadores con su tenazas de escalera. La "Filandorra" fue el veterano Paulino Blanco Ferrero ; el "Novio" Johan Ferrero González, la "Novia" Andrea Gallego y los pobres Alexander Vaquero Canas y Ricardo Belver.

Piasca es una pequeña población cántabra perteneciente al municipio de Cabezón de Liébana cuya iglesia de Santa María la Real (antiguo Monasterio) es una joya del arte románico de Cantabria con un enorme valor arquitectónico. Un auténtico paraíso natural pues se sitúa en pleno Valle de Liébana con los Picos de Europa como telón de fondo: "un maravillosos entorno digno de conocer".

Dentro del carnaval de Liébana destacan los Zamarrones con su máscara de de piel de oveja, zorro, conejo o asno con orejas de liebre o venado, cuernos retorcidos de meco (chivato) o marón (carnero), crines bermejas, colmillos de jabalíes: unos seres de auténtica pesadilla, que perseguían con especial saña a los niños que salían a tocar los "Campanos". La tradición manda que si los niños tiran los "Campanos" dejan de ser perseguidos por los Zamarrones. Sólo hay un problema. Eso es un deshonor y los rapaces huyen sin soltarlos como alma que lleva el diablo.

Entre Zamarrahundis y Neskas

El grupo en Piasca con los Picos de Europa, Cantabria. | Chany Sebastián

El grupo en Piasca con los Picos de Europa, Cantabria. | Chany Sebastián / Chany Sebastián

La segunda cita del “Atenazador” tenía lugar en la población de Olazagutía en Navarra donde los actos daban comienzo hacia el mediodía con un baile vermouth para seguir con una comida popular con txotx. A las 18.30 horas comenzaba el desfile del carnaval que contaba como invitados especial con el Atenazador de San Vicente de la Cabeza.

La comitiva alistana estuvo integrada en este caso por tres “Atenazadores”, José Antonio Alonso Vaquero, Víctor Fernández Caballero y Gregrorio Alonso Vaquero; la Filandorra (Adrián Blanco Ribera), el Novio (Juan Carlos Vaquero Mata, la Novia (Yolanda Garrido Casas) y los Pobres (Miguel Angel Pérez Casas, Sonia Fernández Ferrero y María Belén Blanco Rivera; y con la Capa Parda Alistana Rocío Fernández Ferrero.

Olazagutía es un municipio de la “Merindad de Pamplona”, valle de Burunda (comarca de La Barranca), dentro de la Comunidad Foral de Navarra, con alrededor de 1.500 habitantes.

Su carnaval tradicional fue recuperado en 1992 y los personajes típicos son los zamarros, "Zamora Haundi", "Zamora Txiku" y las "Neskas" que recorren las calles del pueblo haciendo sonar sus cencerros. Lleva un carro cargado de tierra húmeda que lanzan a quiense les miran. El desfile lo encabezan alcalde, alcaldesa, cura y médico; en la ermita de San Sebastián se hace una parada para bailar un jota para terminar en la plaza de San Miguel con el Zortiko

El Atenazador momentos antes del desfile en Olazagutia. | Chany Sebastián

El Atenazador momentos antes del desfile en Olazagutia. | Chany Sebastián / Chany Sebastián

Tras varios años marcados por la crisis sanitaria global originada por la pandemia San Vicente de la Cabeza recupera el viejo y ansiado proyecto de promover un encuentro de mascaradas de España y Portugal en el pueblo que se asienta a ambos lados de histórico río Aliste. La idea es que participaran en él todas las mascaradas alistanas y, como no, aquellas de tierras lejanas devolviendo la visita que les realizó el Atenazador como los Zamarrones de Piasca de Mare (Cantabria) y Zamarros de Olazaguria (Navarra).

San Vicente de la Cabeza, un pueblo que el pasado año perdió tres habitantes, para situarse con 100 vecinos en 2023, se ha convertido por méritos propios en un ejemplo a seguir en la recuperación de tradiciones en Zamora.

El Atenazador, –única mascarada ibérica original de verano (se celebraba el día 29 de junio: San Pedro Apóstol)–, sufría los efectos del éxodo rural y la falta de mozos residentes le llevó a desaparecer allá por el 1982. En 1997 y 1998 se intentó recuperalos pero no hubo mucha suerte. Tras dormir el sueño de los justos durante 26 años, fue en 2010 cuando resurgía de las cenizas del olvido, pero trasladándose a las fiestas de San Lorenzo Mártir del día 10 de agosto. Y ahí sigue, viva, con la única interrupción de 2020 y 2021 por la pandemia.

En enero de 2017 se creaba la Asociación Cultural "El Atenazador" que preside Adrián Blanco Rivera, siendo secretario Oscar Blanco Ferrero, tesorero Iván Ferrero Ferrero y vocales Moisés Vaquero González y Johan Febrero González. Cuenta con 46 socios, unos dos por cada familia, y ella es la encargada de mantener viva la tradición. El pasado año recibió 1.900 euros de ayuda del Patronato de Turismo de la Diputación de Zamora.

Su sede social se ha establecido en el antiguo y urbano molino harinero de "Las Peñas" restaurado años atrás por el ayuntamiento de San Vicente de la Cabeza, cuya Corporación Municipal preside el alcalde Fernando González Rodríguez.

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