La Opinión de Zamora

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Las concentraciones parcelarias, barrera contra los incendios en Aliste

Los alcaldes piden agilizar los procesos para mantener la actividad agrícola y evitar un terreno deteriorado, más vulnerable ante el fuego

Distribución de minifundios en el término de Ufones. | Cedida

La concentración parcelaria es “la actuación agroambiental más necesaria e importante para prevenir y luchar contra los incendios forestales en los pueblos de Aliste, Tábara y Alba. y de esta manera evitar que se repitan graves situaciones como las originadas por los fuegos de la Sierra de la Culebra en el mes de junio y de Losacio y en julio”.

Así lo creen tanto los vecinos de los pueblos como los alcaldes y concejales, los cuales ya se lo han trasmitido a la Consejería de Agricultura y Ganadería con vistas a que se tomen unas medidas urgentes y preferentes por parte de la Junta de castilla y León.

Erradicar los minifundios, en la mayoría de los casos abandonados y llenos de maleza, y dar paso a una fincas de reemplazo de mayores dimensiones, facilitaría por un lado la práctica agraria y ganadera –con lo cual muchas de las parcelas estarían limpias–, y por otro la habilitación de redes de caminos acordes con los tiempos, que facilitarían las tareas de extinción caso de producirse incendios, tanto por desplazarse la maquinaria con mayor facilidad como porque los propios caminos actuarían directamente como cortafuegos”.

La Diputación de Zamora, por su parte, ya ha dado un primer paso y ha destinado un total de 200.000 euros para la realización de las concentraciones parcelarias locales de iniciativa privada en seis localidades de la comarca de Aliste, una de las zonas de toda España con más minifundios que, desde hace ya muchos años, dificultan el desarrollo con viabilidad y maquinaria de la practica agraria y ganadera.

En total se beneficiarán cuatro municipios alistanos: Alcañices, Trabazos y Rábano, que percibirán una ayuda de 57.142,86 euros en cada caso, y Rabanales que percibirá 28.571,42 euros.

Pioneros en las concentraciones parcelarias de iniciativa privada en Castilla y León, los ayuntamientos presididos por Jesús Lorenzo Más, Javier Faúndez Domínguez, Carina Nepomuceno Gago y Santi Moral Matellán ya han colaborado con fondos propios en la redacción de los Estudios Ténicos Previos.

Villarino y Nuez

La concentraciones parcelarias locales de iniciativa privada más avanzadas de Castilla y León son las de dos localidades alistanas, Villarino tras la Sierra y Nuez, ambas del municipio de Trabazos, cuya declaración de urgente ejecución e interés público por parte de la Junta tenía lugar el 17 de febrero de 2022. La inversión para su ejecución ascenderá a 944.239 euros para actuar en 4.002 hectáreas de 836 propietarios. Ambas concentraciones parcelarias fueron solicitadas el 2 de octubre de 2018.

El Estudio Técnico Previo de Nuez cifra en 3.039,6 hectáreas las existentes y de ellas se concentran 2.997 con 10.856 minifundios de 650 propietarios. Una vez concentrados se reducirán a sólo 2.145 fincas de reemplazo.

Villarino suma 1.400,48 hectáreas (5.322 fincas) de rústica y se excluyen 404,61 (21,6 colindantes al casco urbano). Se concentrarán 1.004 hectáreas de 186 propietarios con 5.066 parcelas, que se verán reducidas a 556 fincas de remplazo, con 38,538 kilómetros de caminos. Ejecutarla tendrá un coste de 605.016 euros.

Alcañices y Vivinera

La concentración parcelaria local de Alcañices, solicitada el día 31 de octubre de 2018 en nombre de 70 propietarios que así se lo habían pedido al Ayuntamiento vio aprobado el estudio técnico previo el 21 de febrero de 2019 por la Dirección General de Producción Agropecuaria e Infraestructuras Agrarias de la Junta de Castilla y León. Su coste ascenderá a 725.7568,40 euros.

El área afectada abarca una superficie de 2.082,99 hectáreas distribuidas en 3.583 parcelas, en manos de 553 propietarios. La superficie concentrable suma 1.073, 28 hectáreas con 3.226 parcelas. Se habilitará un red de caminos de 43 kilómetros y 587 metros. De las 1.009,70 hectáreas excluidas destacan las 185,83 que se verían afectadas por la futura reconversión de la carretera N-122 en Autovía.

En Vivinera, a petición de 46 propietarios, se concentrarán 238 hectáreas de 147 propietarios. El coste para su ejecución asciende a 217.346 euros, la mayor cuantía se irá a la construcción de la nueva red de caminos con un recorrido de 13 kilómetros. De 2.749 minifundios existentes en el pueblo se concentrarán 2.391 con una superficie media de 0,1 hectáreas que serán reducidos a solo 412 fincas de remplazo. Cada propietario tiene una media de 1,26 parcelas y 1,62 hectáreas dando idea del alto grado de fragmentación y de las escasa dimensión de las pacelas en Vivinera.

Ufones, Rábano y Tola

En el muniicpio de Rabanales, la Junta de Castilla y León ya dio luz verde al Estudio de Impacto Ambiental de la concentración parcelaria de Ufones solicitada el 25 de septiembre de 2018. Su coste ascenderá a 262.618 euros. Ufones suma 321 hectáreas de 110 propietarios, repartidas en 2.647 parcelas de las cuales se concentrarán 2.578, más otras 17 de vecinos del pueblo tienen en Matellanes.

Tola (municipio de Rábano) es otra localidad que aspira a la concentración parcelaria local de iniciativa privada a petición del 79% de los dueños de fincas rústicas. En este caso la inversión será de 494.788 euros y entre las obras de infraestructura destaca la red de caminos con 25 kilómetros y 128 metros. El término cuenta con 1.475 hectáreas repartidas en 7.029 parcelas de 393 propietarios. Se concentrarán 705,30 hectáreas con 6.806 minifundios.

En Rábano de Aliste concentración parcelaria con Estudio Técnico Previo desde el 22 de febrero de 2019 afectará a una superficie de 657 hectárea aportadas por 355 propietarios con un total de 6.178 parcelas.

Entre los pueblos que trabajan para conseguir a corto plazo su concentración parcelaria están Rabanales, Grisuela, Mellanes, Fradellos, Cabañas, Mahide, La Torre, Boya, Fornillos, Fonfría, Bermillo, Bercianos, San Vicente, Palazuelo, Domez, Gallegos del Ríos y Campogrande.

Los ayuntamientos están apostando por las de iniciativa privada donde colaboran económicamente sufragando los estudios técnicos previos pero a cambio unos procesos que antaño se extendían de 20 a 30 años ahora pueden hacerse realidad en un lustro.

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