Benavente: El magosto del León Felipe, más que una fiesta

El instituto recupera juegos populares, tras la interacción de alumnos con varios grupos de personas mayores

Un grupo de alumnos probando con los zancos. | E. P.

Un grupo de alumnos probando con los zancos. | E. P. / Eva Ponte

La celebración del magosto en el instituto benaventano León Felipe no es nueva, pero sí el modo en que lo han hecho este año. La iniciativa comenzó semanas antes con la participación activa de alumnos de segundo y tercero de Educación Secundaria y diferentes departamentos que han realizado un trabajo etnográfico importante y ayer celebraron un festival.

Un grupo de mayores disfrutando como niños de la actividad en el IES León Felipe. | E. P.

Un grupo de mayores disfrutando como niños de la actividad en el IES León Felipe. | E. P. / Eva Ponte

El objeto de este trabajo ha sido conocer juegos populares y tradiciones que a duras penas se conservan o se intentan recuperar en estos tiempos, pero que para los mayores eran habituales en su día a día o en las celebraciones más lúdicas. De modo que se han entrevistado con sus abuelos y grupos de abuelos que hay distintos centros residenciales de Benavente y de la comarca o que participan en el programa de mayores de Cruz Roja Benavente con el fin de conocer estas tradiciones.

Y es que los juegos populares en el magosto son esenciales en esta festividad.

Reparto de castañas asadas en el patio del IES León Felipe. | E. P.

Reparto de castañas asadas en el patio del IES León Felipe. | E. P. / Eva Ponte

El patio del centro educativo albergó ayer el Festival del Magosto en el que además de la comunidad educativa estuvieron presentes los mayores que han colaborado con este entrañable proyecto. Explicaban ayer que “volvemos a nuestra infancia”, “a la época en que se jugaba en la calle, con nada que teníamos”.

La cucaña, el juego de bolillos en el que el objetivo es derribar todos los bolos dispuestos a cinco metros de la línea de lanzamiento, el de la calva en el que hay que tener gran agudeza visual, precisión y equilibrio o el juego de los alfileres en el que se metía un montón de alfileres en la tierra y tras lanzar una piedra todos los alfileres que salían al descubierto eran para el jugador. “Como en todas las casas se cosía, siempre disponían de alfileres”, explican los alumnos.

También recogieron testimonios del antiguo juego de las tabas consistente en el lanzamiento de unos huesos a modo de dados, del billar romano, un deporte practicado durante mucho tiempo únicamente en la provincia de Zamora y que “es muy parecido a la petanca”, pudieron enfundarse la indumentaria de varios personajes gigantes y cabezudos de Benavente y probar los zancos antiguos y otros más actuales.

La música y bailes tradicionales estuvieron presentes y las “pinceladas” de historia contadas a los grupos por parte del historiador benaventano Juan Carlos de la Mata.

En el festival no faltaron las castañas asadas, protagonistas del magosto en el que antiguamente se agradecía por la cosecha y se pedía protección de los campos para el próximo año.

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