Los comuneros, un signo de identidad en Zamora

Expertos se aproximan a la figura del obispo de Zamora, Antonio de Acuña, y a la guerra de las Comunidades en el Etnográfico

Ponentes en la jornada matinal en el salón de actos del Museo Etnográfico.

Ponentes en la jornada matinal en el salón de actos del Museo Etnográfico. / Ana Burrieza

Natalia Sánchez

Natalia Sánchez

La fiesta del 23 de abril, la fiesta de la comunidad "muestra que el hecho histórico de las comunidades de Castilla es un signo de identidad de nuestra comunidad" expresó el profesor de la Universidad de Valladolid, Dámaso Vicente Blanco, en la apertura del X simposio internacional de historia comunera que arrancó el miércoles en el Museo Etnográfico de Castilla y León.

Por su salón de actos hasta el viernes pasarán estudiosos de seis países que ahondarán en el movimiento comunero en la figura del obispo de Zamora, Antonio de Acuña, gracias al respaldo municipal al encuentro.

En la bienvenida del alcalde de Zamora, Francisco Guarido, destacó "lo oportuno" de la celebración de estas jornadas cuando se acerca la fiesta de Castilla y León, que reunirá el próximo martes, 23 de abril, a partidos políticos, sindicatos, oenegés y ciudadanos en la carpa de Villalar de los Comuneros.

Guarido indicó que efeméride trasciende lo histórico y resaltó que el movimiento comunero pretendía traer "la modernidad" que entonces "significaba rebelarse contra el poder de la autoridad del emperador" Carlos V.

Alonso Carrillo versus Antonio de Acuña

Entre las conferencias pronunciadas en las sesiones de mañana y tarde destacan las el catedrático de Historia de la Universidad de Castilla-La Mancha, Ramón Sánchez. El experto aproximó a las figuras de Alonso Carrillo, que fue arzobispo de Toledo y Antonio de Acuña, obispo de Zamora y estableció paralelismos entre las dos biografías y las dos ciudades y la historia del Reino de Castilla.

Para el experto ambos prelados tienen en común, además del un mismo tronco familiar, una actividad política y militar. El primero era ambicioso, tuvo intereses en la unión de Aragón y Castilla o se implicó en los reinados de Juan II, Enrique IV y en la guerra por la sucesión de la Corona de Castilla, junto al padre del obispo Antonio de Acuña, estuvo en el bando opuesto al de Isabel la Católica. Lo perdonaron y se retiró a Alcalá. Por su parte Antonio de Acuña se implicó en la Guerra de Comunidades los apresaron y lo ejecutaron.

Entre las diferencias enumeró que Alfonso Carrillo tuvo el poder en la Archidiócesis de Toledo, era un hombre de Iglesia con formación intelectual y eclesial en Italia y fue un mecenas de las artes. Frente a Antonio de Acuña que fue mitrado de Zamora, tenía inquietudes episcopales de rentas y riquezas más que de almas, estuvo en Italia como embajador y tuvo desapego a la labor de mecenazgo.

Documento Archivo Municipal

El doctor por la Universidad de Valladolid, István Szászdi, ahondó en un documento que estaba recogido en el Archivo Municipal por Carmen Pescador a mediados del siglo XX en su catálogo. "Es una de las últimas órdenes que da Carlos V casi con un pie puesto en la nave que le llevó con su armada a Flandes" indicó. El profesor universitario precisó que se trata de un documento "dirigido a Zamora, donde se prohíbe cualquier entendimiento entre otras villas y ciudades para hacer cualquier liga o cualquier llamada a cortes en ausencia del rey". En este contexto, desde su punto de vista, "quien podía haber en Zamora que pudiera levantarse era el obispo Acuña", señaló.

Interpretación

La jornada concluyó con la puesta en escena en el Teatro Principal de "Cantar comunero", un canto que es de ciego con tintes de romancero donde Padilla, Bravo, Maldonado, María Pacheco, el obispo Acuña, la reina Juana, Carlos V cobraron vida.

El congreso prosigue el jueves en el Etnográfico con ponencias sobre Antonio de Acuña o la presentación de la novela "Rayanos" del fallecido Ángel Infestas.

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